Agua de donde sea y renovables para abaratarla

Almería

Isabel García Tejerina precisa que el pacto nacional por el agua propuesto por el PP contempla 45 medidas, entre las que se encuentra la posibilidad de los trasvases de las cuencas más caudalosas a las secas. Trasvases que requerirán de un acuerdo entre las comunidades que ceden el agua y un acuerdo político en el Parlamento, ya que en estos momentos “el PP no tiene votos suficientes”

La ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente sí ha avanzado que, en base a criterios técnicos y cumpliendo la normativa vigente, habrá un nuevo trasvase Tajo-Segura “a partir del 1 de abril” gracias al aumento del agua embalsada.

A estas alturas parece claro que si Almería quiere mantener su nivel de producción, y de consumo, es preciso aprovechar todas y cada una de las posibles fuentes de agua, y eso incluye una apuesta por la desalación, por la utilización de las aguas residuales una vez regeneradas o la posibilidad de acceder a nuevos trasvases.

 Pero pasa también por aprovechar el alto potencial en materia de energías renovables para procesos como el de la desalación, el bombeo o el transporte del agua a las zonas donde se necesita.

Los regantes  José Antonio Fernández, que considera que este tipo de energías “ya están aquí, son rentables, son más sostenibles ambientalmente y nos deben permitir abordar un nuevo modelo”.

Una opinión que se sustenta en el hecho de que cerca del 70 por ciento del coste del agua desalada, por ejemplo, corresponde a los costes energéticos y la única manera de rebajar esa factura es con la aplicación de renovables.

Lo que también quedó claro es que la sobreexplotación de los acuíferos que se ha estado haciendo en la provincia desde hace décadas es insostenible no sólo por el agotamiento de las reservas, sino por la pérdida de la calidad en las aguas de riego. De ahí que la línea de trabajo emprendida por los propios regantes se centre en buscar la recuperación de los acuíferos sustituyéndolos por otras fuentes de suministro, un plan que ya se ha aprobado para el Campo de Dalías, convertido en punta de lanza de una nueva cultura del agua en Almería.