La Ponferradina fue el ciclón

Ponferrada

El ciclón Hugo no falló a su cita con el Bierzo. El viento y la lluvía arreciaba con fuerza durante los primeros compases de partido. Lo marcó, aunque en la segunda mitad paró y emergió otro ciclón, el de la Ponferradina. Los bercianos no disputaron un partido 10, hubo errores defensivos graves en la primera mitad, pero rozaron el sobresaliente y sobre todo no tuvieron piedad de cara a portería. Cuatro goles y dos jugadores que ratificaron su gran estado de forma: Guille Donoso y Yuri.

Un minuto tardó el brasileño en enviar un balón a la cruzeta. Segoviana y Ponferradina habían salido con mucho ritmo... y llegaron los errores. Pablo, Chema y Anel se miraron sin despejar un balón, ahí apareció Yuri para empalarla y rozar el primero del partido. El partido pintaba entretenido, pero se quedó en el lienzo. La Deportiva durmió el balón y la Segoviana se replegó. Sólo los visitantes llegaron, tras fallos defensivos locales, y Mandaluniz fue salvador. A falta de cinco minutos para el descanso la Deportiva le dio un punto más a su fútbol y volvió a aparecer el capitán. Persiguó el balón, se fue a buscar el remate y la punta de su bota guió el cuero a la red. 1-0 en el minuto 42 y sin demasiado brillo. El brasileño seguía sosteniendo a la Ponferradina.

Tras la reanudación la Ponferradina continuó su línea ascendente. Secó los errores atrás y se soltó en campo contrario. Yuri protestó un penalti en el primer minuto de la segunda mitad, protestó, pero poco. No era el día. Siguió corriendo, generando espacios... matando a la Segoviana. En un corner Cidoncha apareció desde atrás y sólo puso el 2-0. Todo estaba de cara, pero el runrún podía aparecer en cualquier momento. Yuri lo fulminó. Gran carrera de Menudo, Yuri fijó a la defensa y dejó sólo a Andy para que cabecease a placer y marcase el 3-0. Se lo dedicó el mediocentro a su hermano Fran, quién sufre rotura del cruzado. El gol era especial.

Fue la sentencia. La Gimnástica buscó el área contraria, todavía había esperanzas, pero atrás la fragilidad cada vez era mayor. Yuri encontró un espacio entre los defensas, pase en profundidad y en un segundo estaba sólo ante Pablo. Regateó al portero y desde muy lejos sacó el disparo. Pegó en el poste, después en Chema y el balón entró. Era la puntilla. Yuri mató el partido. En 15 minutos no hubo más acción, sólo faltaba una cosa: su reconocimiento. Se retiró en el 85' entre los aplausos de la afición. Yuri puso en marcha el ciclón que acerca la salvación