Nos llevan locos con el cambio de hora
Este fin de semana toca adelantar la hora de los relojes otra vez, pero después de 30 años, quizá sea el último si se modifica la legislación europea a petición de Finlandia
Cómo se cambia la hora en los relojes de los campanarios / c
Valencia
En temporada de verano, en la Península Ibérica vamos dos horas adelantados al horario solar desde que en 1940 Franco decidió cambiar el uso horario para sincronizarse con la Alemania de Hitler, siendo así que, geográficamente, nuestro huso horario debería ser el del meridiano de Greenwich.
En los años 90, la Unión Europea decidió armonizar el horario de sus 28 países, adelantando las manillas de sus relojes el último domingo de marzo para adaptarse al horario de verano y atrasándolas el último domingo de octubre para adaptarse al horario de invierno.
Después de todos estos años se ha demostrado científicamente que estos cambios perturban nuestros horarios de sueño, el supuesto ahorro energético es dudoso y, además, no son igual de eficientes en países del norte que del sur de Europa.
Según el Dr. Pin Arboledas, responsable de la Unidad del Sueño de la Clínica Quirón, los niños, los mayores y quienes tienen horarios irregulares en su vida, padecen más estos cambios. El metabolismo de la glucosa también se ve afectado porque la alimentación también se modifica con estos cambios. Para el Dr. Pin, el actual horario de invierno sería el más aconsejable para todo el año.
El mes pasado, y a petición de Finlandia, los Diputados Europeos aprobaron una moción por la que se van a evaluar los efectos del cambio horario y decidir si Europa debe seguir cambiando la hora en marzo y en octubre.
En los últimos años, países como Rusia, Turquía, Bielorrusia e Islandia, dejaron de realizar estos cambios de hora.
Francesc Llop, presidente de la Asociación de Campaneros de Valencia, nos cuenta que hoy en día ya no hay que cambiar la hora de los relojes de los campanarios, todos están automatizados. Bueno, todos no. El reloj del campanario de la Iglesia de San José de la Montaña quizá es el único de toda la provincia que todavía funciona de forma manual. Dos veces al año son las propias monjas las que modifican la hora de su reloj, parándolo durante una hora o adelantándolo 60 minutos, según sea el caso.
En resumen y sabiendo todo esto, habría que valorar si para los valencianos sería positivo o negativo suprimir estos cambios de hora, teniendo en cuenta que, aun eliminándolos, habría que valorar qué horario es más beneficioso para nuestro estilo de vida en esta tierra de sol ¿el de invierno o el de verano?
Amadeo Salvador
Editor de Hoy por Hoy Locos por Valencia
