El sueño de Álvaro Ruiz

Almería

No lo conocía en persona y mereció la pena hablar durante una hora con él en la puerta del Palacio Mediterráneo. Tiene 26 años y mucho futuro por delante para hacer cosas muy bonitas en el mundo del balonmano.

¿Le cambia la vida cuando viene por Almería?

¡Sí! Me cambia todo porque aquí todo, tengo mi vida: mi familia, mis mejores amigos... aunque hace ya que me marché hace doce años, pero donde soy feliz siempre es en Almería y tengo muy claro que cuando acabe mi carrera en el mundo del balonmano me vengo a Almería... ¡de cabeza!

¿Recuerda el primer día que hizo las maletas para irse al Barcelona?Lo recuerdo como si fuera ayer y han pasado ya unos cuantos años. Creo que cuando me marché no era consciente de que podría estar fuera de Almería tantos años. Me marché de Almería con 15 años a un club muy grande como el Barcelona. Hice las maletas porque quería perseguir un sueño en el balonmano y ahora me paro y pienso: tengo 26 años y estoy jugando en Francia con el Toulouse, donde soy feliz.

Y aquel sueño de niño se hizo realidad...Se puede decir que se está haciendo realidad porque del Barcelona pasé al Huesca y luego al Granollers. Y en 2015 llegué al Toulouse francés, aunque la verdad es que nunca se sabe muy bien cuándo uno empieza a ser jugador profesional porque estás en un equipo, luego a otro, luego a otro, pero estoy muy agradecido, y lo digo de verdad, de corazón, con todo lo que me ha dado el balonmano desde el primer día que jugaba.

¿Por qué Francia?

Me apetecía ver otras Ligas y jugar en Europa; competir contra otros jugadores fuera de España. Entiendo que la Liga Española tuvo un balón en los últimos años, mientras que la Liga Francesa siempre ha seguido a un gran nivel y cada vez veo que tiene más calidad y más nivel. Lo de irme a Francia fue como un reto en mi carrera.

¿Cómo lleva la lesión estas semanas?

Pienso que en unas dos semanas ya comenzaré a correr y eso será muy importante para seguir con la evolución de la lesión. Esto es largo; llevo unos tres meses largos y me quedan otros tres por delante, pero he pasado lo peor, esa etapa en la que uno se siente que no puede hacer nada, pero a partir de ahora seguro que estamos ante lo mejor porque en unas pocas semanas ya podré ir al gimnasio, podré correr y la verdad es que tengo muchas ganas de ir al gimnasio y hacer cosas para ir a más.

La entrevista completa en la edición impresa de LA VOZ del domingo 25 de marzo.