Última oportunidad

Las Palmas de Gran Canaria

Hoy se celebra en el congreso de los diputados una nueva reunión de la ponencia de reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias, una más de tantas y es que empieza a crecer entre los grupos que apoyaron la reforma salida del parlamento canario un cierto desánimo y desesperación, algo muy natural y me explico.

Canarias se está jugando con esta reforma lo más grande, que se dice ahora, además de los asuntos de las nuevas competencias para las islas, además de las referencias a las aguas, además de que el presidente del gobierno pueda llegar a convocar elecciones, entre otras cosas. Lo que se juega Canarias es la protección por ley orgánica de nuestro fuero, el Régimen Económico y Fiscal canario, desligado absolutamente de la financiación autonómica. La cosa no queda ahí, sino estando en el estatuto se queda blindado para ser cumplido. Algo absolutamente indispensable para que cualquier gobierno de España no se lo pueda saltarse a la torera como se ha hecho hasta ahora. Esa es la cuestión central, probablemente la más importante para los canarios.

Quiero decir y digo, que los gobiernos, sus presidentes, los diputados, los senadores pasan, pero esto si quedaría, en el tiempo, protegiendo evidentemente los intereses de la gente que aquí vivimos. Tanto para recibir lo que nos toca para los servicios públicos, también para las inversiones que entran en los presupuestos, como en todo lo que deviene de nuestro fuero, de nuestras compensaciones por lejanía e insularidad.

Hemos conocido que sobre todo Ciudadanos y también Podemos, que no estaban en el parlamento canario cuando se envió la reforma estatutaria a Madrid, están poniendo enormes reparos al texto, cosa que frena una aprobación necesariamente rápida antes de que pueda pasar algo que impida que interrumpa el proceso.

No es cuestión de rizar el rizo, no es cuestión de querer cambiarlo todo, porque existen algunos que ahora quieren un texto nuevo, después del camino recorrido. Unos por hacerlo más centralista, me refiero a Ciudadanos y Podemos por querer darle toda su visión. Por supuesto están en su derecho de poner su impronta para mejorar el texto, pero no cambiarlo para que no se parezca como huevo a una castaña.

Tanto Psoe, como PP, NC y CC, están por sacarlo ya y pueden hacerlo porque tienen los votos. Han aceptado algunas modificaciones propuestas por los dos grupos del cambio. Ahora bien, ya no se puede esperar mucho más. Sino se aceleran los trabajos, primero de la ponencia, después de la comisión y finalmente a votar en el pleno, esto se puede quedar en nada.

Si así fuera, sería uno de los mayores fracasos de nuestra historia. El tren pasa una vez sola, en el caso de nuestro estatuto esta es la segunda, pero la mejor para que los dos grandes partidos españoles coincidan en votar a favor. En un momento político favorable que puede que no se vuelva a repetir a corto plazo.

Esta reforma estatutaria va a incluir una reforma, veremos de qué calado, también del sistema electoral del archipiélago, por tanto a los nuevos partidos les quedarían pocas excusas para no aceptar. Encima saben que esta reforma de nuestra primera ley, puede llegar a salir sin ellos. Ellos sabrán.

Todos saben el papel que juegan y el que se juega Canarias. Esperemos que se piense, esta vez por lo menos, en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.