Economia y negocios

Decepción

Los Presupuestos Generales del Estado para 2018 no contemplan ninguna partida para volver a poner en servicio la línea de tren entre Aranda y Madrid e incluye una cantidad mínima para volver a licitar el tramo de la Autovía del Duero Langa-Aranda después de tres años de abandono de las obras

Obras en un tramo de la Autovía del Duero / ICAL

RIBERA DEL DUERO

Tampoco será en 2018 cuando vuelvan a circular trenes entre Aranda y Madrid. Ni un solo euro contemplan los Presupuestos Generales del Estado presentado por el ministro Montoro para volver a poner en servicio esta línea, ni para reparar el desprendimiento que se produjo hace siete años en el túnel de Somosierra, cuyo deterioro continúa avanzando sin que haya ningún proyecto de recuperación. Sí se incluye, por el contrario, una pequeña partida de poco más de un millón de euros (1,265M) para la adecuación de la línea Aranda-Burgos, el tramo que utilizan a diario los trenes que se desvían por el ramal Prado Marina.

De estos presupuestos tampoco llegan buenas noticias para el transporte por carretera: aunque contemplan volver a licitar el tramo Langa-Aranda de la Autovía del Duero la partida de un millón de euros (246.300 para Soria y 753.700 para Burgos), además de cerca de otro millón para obras auxiliares, resulta ridícula teniendo en cuenta que se trata de un trayecto de 21,4 kilómetros, que hace ya diez años fueron presupuestados en 64 millones de euros. La dotación que se le asigna en este momento apenas supone el 5 % del cálculo total de su coste, lo que significa que la partida apenas permitirá construir un kilómetro de este trayecto. Cabe recordar que pese a haber sido presupuestado en 2008 los trabajos en este tramo de carretera entre las provincias de Burgos y Soria no comenzaron hasta 2015 quedando abandonados pocos meses después por la quiebra de la empresa adjudicataria cuando la obra apenas había alcanzado el 5% de su ejecución.

En general todas las partidas asignadas a los distintos tramos de la Autovía del Duero en estos presupuestos son exiguas: se contemplan 38 millones para dar continuidad a los cinco tramos que están en ejecución en la provincia de Soria, lo que difícilmente dará para terminar más que uno de ellos. Además se destinarán otros seis millones para finalizar el proyecto e iniciar la licitación del trayecto vallisoletano entre Quintanilla de Arriba y Tudela de Duero. Aún así la delegada del gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro considera que se trata de un avance para esta infraestructura, aunque “todos queremos siempre más”.

Muy al contrario las reacciones en el ámbito político y social han sido de indignación y contrarias a estas dotaciones presupuestarias. Tanto Podemos como el PSOE consideran que la Ribera del Duero ha sido una vez más relegada de los planes del gobierno, mientras que La Plataforma por el Ferrocarril Directo Madrid-Burgos se plantea incluso promover una movilización social en Madrid.

 
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