Con el ascenso en juego

Zaragoza

No falta ni un solo aliciente para el derbi aragonés, el más importante de la historia, con el Real Zaragoza y la Sociedad Deportiva Huesca en el grupo de equipos que aspiran al ascenso cuando restan nueve jornadas para que termine la liga regular. Los puntos valen doble en el tramo final, pero son más importantes para la escuadra de Natxo González, a seis del ascenso directo y con tan solo uno de diferencia sobre el séptimo clasificado.

Sus posibilidades de ascenso por la vía directa pasan por ganarle al Huesca, seguir sumando de tres en tres para poder alcanzar a los cuatro primeros clasificados. El Zaragoza viene de triunfar en León y con ganas de llevarse el duelo de rivalidad autonómica, además con la espina clavada de la derrota del que se vivió en la primera vuelta en El Alcoraz cuando el Huesca se impuso 3-1.

La alineación del Real Zaragoza es una incógnita con alguna sorpresa que se guarda Natxo González. Podrá jugar Alberto Benito, a pesar de la sobrecarga que le ha mantenido entre algodones durante la semana; con la ausencia de Grippo parece fijo Verdasca, y el técnico deberá decidir entre Mikel González y Perone para la otra plaza, aunque el brasileño tiene más opciones. En la medular, es segura la vuelta de Eguaras, pero con dudas respecto a quién serán sus escuderos, incluso podría jugar Ros, Zapater y Guti como enganche. Arriba, es fijo Borja Iglesias y podría haber cambio en su acompañante con alguna opción para Toquero, que dejaría a Pombo en el banquillo.

Sin Papel

La Romareda se llenará para presenciar en directo el Real Zaragoza-Huesca, 34.500 espectadores, no se agota el papel desde 2015 en el partido de ida de la final de la promoción de ascenso ante Las Palmas. La Comisión Nacional contra la Violencia ha declarado el partido de alto riesgo por lo que se reforzará la seguridad tanto dentro como fuera del estadio municipal. Por otra parte, no habrá comida de directivas porque las relaciones entre clubs no atraviesan por su mejor momento.