"Lo has hecho mal y te vas, no es tan difícil"
Silvia González y Alberto García
"No es solo que se falsifique un título, que ya es un delito. La vergüenza es que sea quien nos gobierna y nos representa quien haya demostrado no tener ningún respeto por lo público"
El caso del máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, tiene que suponer "un antes y un después" para muchos estudiantes.
Conversación con Silvia y Alberto. Terminar su master les costó a ellos mucho trabajo, A sus familias, muchos esfuerzo
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Silvia González tiene una doble licenciatura, Ciencias Políticas y Filosofía. Está terminando su doctorado después de pasar un Máster Universitario de Formación al Profesorado por el que pagó 2.100 euros.
Alberto García, Licenciado en Ciencias Políticas, hizo en mismo máster en la Universidad Rey Juan Carlos, condición necesaria si quieren presentarse a alguna oposición para trabajar como profesor. Antes hacían un CAP, un curso puente que les habilitaba para ello y pagaban 400 euros. Ahora, tienen que "pasar por caja" y pagar más de 2.000 euros "porque se llama máster". "Te puedes imaginar lo que significa para familias trabajadoras como las nuestras pagar eso".
Que dejen de reírse de nosotros
Silvia vive en Villaverde, Alberto en San Cristóbal, dos barrios del sur de Madrid. Los dos han sido los primeros en su familia en llegar a la universidad, por eso el caso Cifuentes "te hierve la sangre". "Tenemos que tomar conciencia de lo que ha pasado para que dejen de reírse de nosotros, para que no nos falten al respeto".
"Cifuentes vive en un mundo paralelo de despreocupación. A todos los que nos ha costado llegar hasta aquí no se nos olvida" Te podríamos contar ahora mismo nuestro máster porque hemos ido a clase, los hemos trabajado, nos hemos examinado, lo hemos defendido". Por eso, esto "cuanto menos es una tomadura de pelo"
A mí la universidad me cambió la vida
Los dos defienden con vehemencia la universidad pública, y a "los excelentes profesores y profesoras que hay en ella". Por eso creen que esto tiene que suponer un antes y un después sobre "cuál es la calidad de la enseñanza pública y por qué unos alumnos tenemos unas reglas y otros otras. Y qué está pasando con las tasas y con el boom de títulos que hay", remarcan.
A mí la universidad me cambió la vida y por eso siento que esta señora ni se acuerde. Espero que por decencia tenga la honestidad de dimitir. Que nos mire a la cara y nos diga, no he tenido las mismas reglas que vosotros, y por eso voy a dimitir" "No pasa nada, lo has hecho mal y te vas, no es tan difícil" dicen sonriendo
