Museo de Bellas Artes, referente cultural bilbaino durante 110 años

El origen del museo si sitúa en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao, en el antiguo hospital de Atxuri. Fue fundado en 1908 aunque abrió sus puertas seis años más tarde. A principios del siglo XX, la industria hizo aflorar una burguesía aficionada al arte que necesitaba un emplazamiento para exponerlo. Un punto de encuentro también con los artistas. Ese interés fue in crescendo y el museo se quedó pequeño. En 1924 se inauguró el museo de Arte Moderno en la calle Rodríguez Arias, bajo el mando de Aurelio Arteta.

Tras la guerra hubo que recopilar las piezas diseminadas en diferentes espacios y se apostó por un único edificio que construyeron Fernando Urrutia y Gonzalo Cárdenas. En 1945 era una realidad lo que hoy se conoce como la parte clásica. En 1970 el segundo director, Crisanto Lasterra, abrió la parte contemporánea.

Hace dos décadas vive a la sombra del todopoderoso Guggenheim pero el brillo del titanio no ha restado fuerza a un emblema de Bilbao que este 2018 cumple 110 años como referente y dinamizador de la cultura local e internacional. De sus paredes han colgado obras de los más aclamados pintores y escultores.

La pinacoteca del parque de Doña Casilda, permite a quienes lo visitan un completo paseo por la Historia del Arte a través de obras maestras firmadas por Sorolla, el Greco, Gauguin, Zuloaga, Bacon, Chillida o Miquel Barceló... y periódicamente amplía esta visión con muestras temporales igualmente atractivas.

El año pasado, marcado por el regreso de Miguel Zugaza al frente de la institución, rompió sus propias marcas de asistentes rebasando la barrera psicológica de los 300.000. En concreto, tuvo una afluencia total de visitantes de 314.987 atraídos fundamentalmente por dos exposiciones: 'Renoir. La intimidad' y la colección de Alicia Koplowitz.

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Su máximo responsable es poco amigo de los datos como medidor de la salud del museo. Zugaza prefiere entender la misión del centro como un servicio público "para acercar el arte a los ciudadanos".

A lo largo de su historia instituciones, la comunidad de artistas locales y los bilbaínos han ido definiendo la personalidad del museo, a través de compras y donaciones que dan forma a una colección propia que atesora cerca de 5.000 obras a día de hoy.

Es imposible mostrar al público ese patrimonio en su integridad. Por eso, se mantiene vivo el debate sobre la pertinencia de una nueva ampliación. El alcalde Juan Mari Aburto ha sido uno de los últimos en afirmar que apuesta "por la ambición del museo de Bellas Artes". Se ha encargado un estudio preliminar para orientar la decisión.