"El máster no era un regalo, costaba mucho hacerlo, había que ir a clase incluso en fin de semana"
María estudió el mismo máster que Cristina Cifuentes. Lo hizo un año antes. Asegura, entre otras cosas, que la asistencia a clase era obligatoria y había que defender el TFM, como mínimo durante 30 minutos
Un grupo de estudiantes de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), convocados por las Asambleas de Estudiantes, protestan tras las supuestas irregularidades del máster de Cifuentes / Víctor Lerena (EFE)
Madrid
"Nos decían que teníamos que asistir a clase siempre. Constantemente nos mandaban correos electrónicos diciendo que teníamos que asistir obligatoriamente a las clases y que si no podíamos asistir a alguna clase teníamos que ponernos en contacto con el tutor y mandarle algún papel que justificara la falta", dice María, una mujer que estudió el mismo máster que Cristina Cifuentes, pero un año antes. Su versión del año académico dista, y mucho, de la ofrecida en la Asamblea de Madrid por la presidenta madrileña. "Además es que no podías recuperar esas clases. Me imagino que tendrías que ir a otro año, porque esa asignatura ya no era recuperable".
"El máster no era un regalo, costaba mucho hacerlo, había que ir a clase los fines de semana"
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Entre las diferencias que ha señalado María en La Ventana de Madrid también está el desarrollo de la lectura del trabajo de fin de máster, del TFM. "Tenías el Trabajo Fin de Máster que lo podías defender en junio o en septiembre. La defensa duraba 30 minutos como mínimo. Lo que tenías que exponer era el trabajo de investigación que habías hecho y a qué conclusión habías llegado. Como una tesis doctoral, pero más pequeño. Luego te hacían preguntas para que defendieras tu postura", apunta María. "Yo defendí mi TFM ante otros alumnos. Si una Delegada del Gobierno defendió su trabajo un 2 de julio, con sus escoltas... ¿nadie más lo recordaría?", apunta.
"Me da rabia lo que se dice. El máster no era un regalo"
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"Me da rabia lo que se dice. El máster no era un regalo. Costaba mucho hacer el máster. Primero porque tenías que ir a clase los fines de semana y luego… imagínate... Todos estábamos casados, teníamos nuestro propio trabajo y teníamos que hacer esos trabajos y estudiar para los exámenes. Todo eso te suponía mucho tiempo".
"Cuando escucho todo lo que está pasando... A unos se lo han regalado y otros que nos lo tuvimos que currar. A veces pienso que no voy a poder poner en mi currículum que tengo ese máster. Cuando alguien lea que tengo el máster en Derecho Autonómico por la Rey Juan Carlos dirá...'¿a ésta se lo habrán regalado o lo habrá hecho de verdad?'", concluye.
