Prosigue el cotejo de ADN para identificar a los represaliados hallados en Utrera

Sevilla

"Mi abuela se llamaba Carmen Luna y tenía un puesto en el mercado. Allí fueron a por ella los franquistas. Se la llevaron al ayuntamiento, le pegaron, la raparon, la ataron a la cola de un caballo y así la hicieron recorrer el pueblo. Después la fusilaron. Nunca supimos dónde está su cadáver". La nieta de Carmen Luna nos cuenta la historia de su abuela a las puertas del centro cívico La Fontanilla, en Utrera, donde un equipo de arqueólogas recoge muestras de ADN entre familias del pueblo. El equipo ha hallado una fosa común en el cementerio con 21 cadáveres de personas que murieron de forma violenta en 1936 y fueron allí arrojadas. Al menos, dos de ellas son mujeres. Por eso, la familia de Carmen Luna tiene la esperanza de que sus restos se encuentren entre ellos para poder darle sepultura digna.

Como Carmen Luna, más de 400 personas, con nombre, apellido, familia e historia fueron asesinadas y hechas desaparecer por franquistas durante la Guerra Civil y la represión posterior. A la mayoría los mataron en los primeros días tras el golpe de estado, cuando el ejército sublevado entró en casas y lugares de trabajo, apresó a centenares de personas y las ejecutó, en el ayuntamiento o en las tapias del cementerio.

La fosa hallada es una de las tres que pudieron existir en el cementerio municipal de Utrera, según documentan los historiadores. La intervención, reclamada por las asociaciones de memoria histórica y pagada por la Junta, incluye la identificación de estos cuerpos, por eso se está recogiendo ADN entre familias del pueblo. 

Son tantas las que buscan a familiares y quieren participar, que en los próximos días se va a convocar una segunda jornada de recogida de muestras. El primer día se agotaron los viales.

Hemos estado con muchas de estas familias. Escucha el reportaje.