La justicia vuelve a instar a Interior a tomar medidas en el CIE

Algeciras

La titular del juzgado de instrucción número 1 de Algeciras, Belén Barranco, ha advertido al Ministerio del Interior que, en caso de no llevar a cabo las reformas que hace más de un año ordenó que se hicieran en los CIE de Algeciras y Tarifa, puede incurrir en un delito de desobediencia.

En su auto, la jueza explica que en unas visitas que ha realizado a ambos centros ha comprobado que no se han llevado a cabo muchas de las mejoras que ella misma ordenó que se hicieran en enero del 2017 en otra resolución judicial y después de recibir un informe de la situación de los CIE del Defensor del Pueblo, ha dictado un nuevo auto en el considera "absolutamente indispensable" volver a exigir estas mejoras para cumplir con la legislación española e internacional.

La jueza advierte que no atender su orden, puede ser constitutivo de un delito de desobediencia penado con "multa de tres a doce meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público de seis meses a dos años. Por ello vuelve a requerir a los responsables de estos centros y al Ministerio del Interior que adopte una serie de medidas para que se respeten los derechos de los inmigrantes irregulares internados en estas instalaciones mientras un juez acuerda su expulsión del país.

Andalucía Acoge entiende que este pronunciamiento judicial constituye un avance, con respecto a las condiciones tan "deplorables" en las que se encuentran los centros de internamiento de extranjeros. Su secretario general, José Miguel Morales, ha insistido en el cierre de estas instalaciones y en su rechazo a la aperturas de nuevos cIES, porque su único fin, según ha dicho, es criminalizar y excluir a las personas migrantes.

Entre las medidas, la titular del juzgado algecireño exige se supriman las rejas de las habitaciones y que éstas tengan luz natural; que los internos puedan tener sus teléfonos móviles al menos cuatro horas diarias y que se habilite un espacio y un horario de al menos ocho horas para que los miembros de las ONG puedan visitar y asistir a los inmigrantes.

La construcción de espacios lúdicos (con televisores, prensa, libros y juegos de mesa) y que se garanticen pruebas médicas de enfermedades como tuberculosis, VIH, sífilis, hepatitis, pediculosis y parásitos intestinales en el momento del ingreso son otras de las mejoras.