Baleares y la tasa turística

Francina Armengol terminó ayer su visita oficial a Canarias. La presidenta Balear del psoe, que mantiene un gobierno de izquierdas, resalta el diálogo como elemento esencial para el avance de su archipiélago. Ha tenido que dialogar con sus socios y también de puertas para afuera. Y lo mejor es que está consiguiendo resultados.

Uno de resultados más palpables ha sido el impulso del nuevo convenio colectivo de hostelería que va a subir el salario de los trabajadores del sector de Baleares un 17% en cuatro años, también es cierto que era muy inferior al mejor canario que es el de Las Palmas. Ha potenciado el gas, también en ciudad, como energía de transición, además de promover ahora el vehículo eléctrico y elaborar una ley de alquiler de vacacional en paralelo con otra de vivienda social, eso contó ayer también en el encuentro de Líderes de la Cadena Ser en Canarias.

Vamos que lo que está haciendo el gobierno progresista del archipiélago del mediterráneo es demostrar que se pueden promover medidas de justicia social, medidas de izquierdas que benefician al común. Todo esto visto de lejos parece que es útil para el común y que funciona.

Una de sus medidas más polémicas ha sido la recuperación de la tasa turística, que puso otro gobierno de izquierdas, que eliminaron los populares y que estos han vuelto a colocar.

Se trata de una tasa por turista y noche, mínima y la recaudación se destina a fines medioambientales, y por tanto es una tasa finalista. Entre otras cosas para temas de aguas y residuos. Esta herramienta no ha hecho que el destino de Baleares por lo pronto no sea menos competitivo, como apuntan sus detractores en Canarias, siguen recibiendo turistas y no ha pasado nada.

En Canarias el psoe, Podemos y NC la defienden, ahora que están en la oposición, pero lo cierto es que los tres gobiernan juntos en Las Palmas de Gran Canaria y la norma no impide, que sepamos, que se ponga una tasa turística en la capital como existe en Barcelona y en el resto de las grandes ciudades turísticas del mundo.

Por tanto el gobierno de la capital puede ponerla, con un objetivo finalista, residuos, depuración y desalación de agua por ejemplo, sin esperar por el gobierno de Canarias de Clavijo que se ha cerrado en banda. Vamos lo de practicar con el ejemplo lo puede hacer él tripartito municipal sin problemas.

Así que en Canarias no tenemos que copiar lo que hacen en el otro archipiélago, mirar sí, y quedarnos con lo que nos sirve seguro. Quién dice mirar a Baleares dice a Euskadi, Corea o Suecia y ya veremos como lo adaptamos luego.