El sector cerámico de la Comunitat busca oportunidades en China

China

Uno de los sectores más importantes de nuestra comunidad, el cerámico, también busca nuevas oportunidades en China. Es por ello que el presidente de la patronal ASCER, Vicente Nomdedéu, también mantiene diversos contactos en este país. Ya sabemos que la crisis económica les llevó a apostar por las exportaciones. Pasaron del 50 al 80% acompañadas de grandes crecimientos de fabricación y facturación. Pero como destacaba Nomdedéu, la competencia es cada vez mayor y hay que ampliar mercados más allá de Europa.

Según Nomdedéu, "debido a que Europa es relativamente pequeña, y cuando llegamos China, a India o a Indonesia lo podemos constatar, nuestra obligación es salir de Europa si queremos tener más mercados. Y en ese aspecto estamos en Estados Unidos buscando cómo nuestros azulejos pueden llegar a un núcleo de población que va a ser la más grande, que es la más grande que habrá en el mundo: el sudeste asiático, China, e India".

El presidente de ASCER advierte de que cada vez más en todo el mundo es mayor la capacidad de producción y tecnología, por eso las mayores amenazas para nuestro sector son países como China, con sus 14000 millones de metros cuadrados de azulejos, pero también otros países como India, Pakistán, Indonesia e Irán, entre otros.

Por todo eso, Nomdedéu apuesta por diferenciarse cada vez más a base de calidad y no por precio, apostar por el valor añadido. Afortunadamente, la marca España es muy reconocida y valorada, pero hay que trabajar mucho para vencer las resistencias de los productores chinos que intentan dificultar la llegada de nuestros productos. Esta es la fórmula del presidente de ASCER: "Hay que ser muy rápidos. El mundo es cambiante de forma constante. El único cambio que no deja de cambiar es el propio cambio. Con lo cual, hay que estar siempre manejando tiempos, siendo más rápidos que los demás, y evolucionando hacia un producto de más valor añadido, lo que el público, sin duda, valora ".

No obstante, Nomdedéu es muy optimista porque, además, la clase media en China está creciendo mucho y por tanto aumenta de forma exponencial la capacidad de venta.