Códigos, estética, guión y corcheas

Zaragoza

Empresas pequeñas, con una antigüedad de entre 2 y 5 años y con una media de 5 trabajadores. Es el perfil de las empresas que se dedican a los videojuegos en España. Solo un 5% tiene más de 50 trabajadores. Destacan los desarrolladores de software en 34%, seguidos por trabajos de arte en 20% y en marketing y distribución un 9%, según el Informe "La industria de videojuegos en España 2017" de EAE Business School.  

En este contexto, Aragón se está incorporando progresivamente, con pequeñas empresas, también con investigación y docencia, que se consolidan en los estudios universitarios. Unen a programadores, ilustradores, diseñadores, guionistas, traductores y músicos de bandas sonoras. Algunas de estas empresas han recibido asesoramiento de la Cámara de Comercio de Zaragoza. 

Un ejemplo lo encontramos en Life Zero, que ha comenzado a caminar hace apenas medio año, en noviembre de 2017. Tiene 4 trabajadores a jornada completa y 2 colaboradores, con trayectorias laborales previas, según explica su programador, Miguel Vallés. "A la hora de montar este grupo quisimos hacer hincapié en tener un perfil diversificado de todas las personas involucradas porque así te aseguras de que no se te descuelga ningún área", indica. Su propuesta es independiente, lejos de las grandes plataformas, con dos productos que saldrán próximamente: uno para móviles, de carácter musical y otro, para ordenador: cómo sobrevivir siendo una tribu prehistórica.

La variedad de géneros es amplia, de acción, de estrategia, históricos... Los que están en auge son los educativos. Desde hace un año, es la apuesta de Helena Niño, socia de Ronin Games, que se centra en la Biología. "Abarcan un temario oficial de 2º de Bachillerato de manera que al alumno le da garantía y le aporta comodidad porque son los contenidos que está viendo en clase". 

El talón de Aquiles 

Estas pequeñas empresas tecnológicas tienen que hacer frente a diversas dificultades para echar a andar. La primera, la financiación. "Partir de cero, sin experiencia en el sector demostrable, es difícil ir a un banco" porque "te piden rentas, contabilidad, que hayas tenido beneficios", señala Niño. Con esta idea coincide Vallés: "Los sectores tecnológicos son complicados de financiar en España" porque "requieren de una inversión fuerte y el retorno no siempre es tan inmediato". Y, luego, la fiscalidad, que "no es sencilla". Vallés valora que "está muy poco adaptada a los tiempos que corren y poco acorde a cómo funciona el desarrollo tecnológico en el siglo XXI".  

Entre las razones, y a pesar de que es un producto cultural en auge, "todavía se considera un mercado cerrado y adolescente", apunta Javier Calvo, profesor de Comunicación Audiovisual y Diseño y Desarrollo de Videojuegos de la Universidad San Jorge. Sin embargo, la edad media del jugador está subiendo y ya se sitúa en los 25 años.