La reventa de entradas salpica a la FCF

A la Federación Cántabra de Fútbol últimamente le "crecen los enanos". A su enfrentamiento público con ProLiga, en donde se están viendo envueltos Tropezón, Cayón, Guarnizo y Vimenor, se le une que este fin de semana se ha destapado que uno de sus directivos, el vocal Jesús Cebrecos, ha sido una de las personas que ha revendido localidades para la final de la Copa del Rey disputada el pasado sábado entre Barcelona y Sevilla.

José Ángel Pelaéz, presidente de la territorial, a través de su twitter personal - @YEYDA -, hizo oficial el cese inmediato de Cebrecos que, aunque involucraba a un "amigo", se producía por tratarse de un "error imperdonable". Además, a través de la red social, también informó de que un entrenador de Primera Regional -José Manuel Díaz, del Minerva-, el padre de un jugador del Castro cadete y un jóven que accedió a una entrada a través de un ex-vicepresidente de la FCF, hijo de una miembro del Ayuntamiento de Santander, habían hecho o intentando esta especulación.

A cada federación se le otorgan, bajo petición, 300 entradas. Para poder adquirirlas, hay que hacer un ingreso bancario y entregar un justificante junto a nombre y DNI, siendo de este modo nominativas. Las ventas de éstas -seis pases se llegaron a transferir- o conato de ellas –tres boletos fueron descubiertos antes- se pudieron localizar a través del portal www.milanuncios.com y de las RRSS.

En lo que se refiere al caso concreto del vocal de la "Cántabra", Pelaéz explicó que estas localidades habían sido compradas por Rosario Ortega, ex-secretaria de la FCF, y Luis Alberto Iturbe, ex-presidente del Comité de Árbitros, quienes utilizaron a Cebrecos en un "complot".

Según ha informado la entidad, los implicados deberán devolver el dinero que pagaron más lo que sacaron con el "trapicheo", en el caso de las que finalmente fueron revendidas. Éste será destinado previsiblemente a la compra de material deportivo.