Ximo Puig se la juega en la provincia de Alicante
Ahora, Ángel Franco y el resto de los socialistas alicantinos deben decidir si se convierten en un lastre o ponen el hombro
La Columna de Carlos Arcaya | Puig se la juega en la provincia de Alicante | 26/04/2018
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Alicante
“No elegimos un secretario de organización sino un líder social con proyecto”. Es lo que Ximo Puig le dijo en las primarias para elegir al candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, a su entonces rival, el alcalde de Burjassot, Rafael García.
Pasados los meses, a Puig no le queda otra que actuar como secretario de organización -algo que no le agrada- para que los suyos sepan lo que se están jugando; ni más, ni menos que la presidencia de la Generalitat. En cualquier caso, el problema no es solo de la agrupación socialista de Alicante, que también. La división ximista-sanchista también complica las cosas en otros lugares del País Valencià.
Lo cierto es que Puig se la juega en la provincia de Alicante. Y a la hora de proyectarse socialmente como ese líder que apuesta por la bicapitalidad y por conectar con las comarcas del sur autonómico, no puede ser que sean los suyos los que le embadurnen el suelo con pringosas o resbaladizas cremas cosméticas.
De puertas hacia afuera, en ese camino, la perdida de la alcaldía ya es un contratiempo para Ximo Puig. Ahora, Ángel Franco y el resto de los socialistas alicantinos deben decidir si se convierten en un lastre o ponen el hombro.