Villar Mir en estado puro

PALMA

Si no hubiéramos agotado la capacidad de estupor, el empresario Juan Miguel Villar Mir nos hubiera levantado del asiento como la sacudida de un rayo.

El primer postulante de son Espases favorecido por Matas declaraba el martes en el Congreso que no trabajaba “en las comunidades donde se exigía un porcentaje”, citando por su nombre a Balears.

Suponiendo que se refiera a los Governs del PP, porque francamente no vemos a Antich en condiciones de exigir nada a nadie, se trata de la mayor confesión sobre el alcance de la corrupción popular en nuestra comunidad.

Y el PP no se atreverá a rebatir al marqués de Villar Mir, uno de los personajes más citados en los papeles de Bárcenas.

Villar Mir en estado puro. Purísimo, incontaminado, olvidando que estuvo imputado y extrañamente desimputado en el caso del hospital mallorquín.

O que continúa investigado en Púnica y Lezo.

Esperemos que el juez Llarena o quien se encargue de estos casos le llame a toda prisa para aclarar qué políticos de Balears le “exigían un porcentaje”.

Nosotros sabemos de sobra de quiénes se trata, pero la confesión tiene más peso viniendo de un hombre de negocios con treinta mil empleados.

Y antes de celebrar las diferencias entre un PP corrupto y una izquierda limpia, recuerde que tanto Son Espases como el Palacio de Congresos fueron acabados e inaugurados por la izquierda. ¿Por qué no podían negarse?