Los lobos atacan de nuevo las explotaciones ganaderas de la provincia
El último ataque en El Espinar. En lo que va de año se han producido 183 ataques, un 137% más que en el primer trimestre del año pasado
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Ataque de lobos en una explotación ganadera. / Radio Segovia
Segovia
El último ataque de lobos ha tenido lugar en el municipio de El Espinar, se trata del séptimo incidente similar en el último mes que sufrido la misa ganadería.
La Alianza UPA-COAG de Segovia califica como dramática la situación que sufren a día de hoy los ganaderos de extensivo de la provincia. La organización lo califica como un desastre para la actividad ganadera extensiva que del año 2001 al 2013 el censo de lobos se incrementara en un 20 % según la propia Junta de Castilla y León, y que de ese año al actual el número de cánidos siga creciendo a un ritmo vertiginoso, como lo demuestra el cada vez mayor número de ataques.
La evolución de lobadas en el primer trimestre del año en la provincia de Segovia es sumamente preocupante. Un total de 183 ataques, un 137 % más que en el primer trimestre del año 2017.
Las cabezas de ganado afectadas hasta el pasado 1 de abril ascienden a 233 frente a las 123 que hubo el año pasado. Según nuestras estimaciones, al ritmo de incidencias que ha habido en este primer trimestre del 2018 a finales de año estaríamos ante unas cifras jamás conocidas en nuestra provincia.
El enorme incremento de la población de lobos en los últimos años, sobre todo al sur del Duero, debe hacer recapacitar a los responsables políticos de esta comunidad autónoma, de nuestro país e incluso de Europa. Y es que lejos de una gestión adecuada la especie se está multiplicando a ritmo vertiginoso hasta el punto de hacer imposible la viabilidad económica de miles de explotaciones ganaderas en zonas de montaña y sierra de la región.
Vuelven a hacer un llamamiento a la Junta de Castilla y León para que asuma la responsabilidad en este asunto a nivel de gestión, control y compensación justa por los daños que ocasionan los lobos.
Urgen actuaciones contundentes y sentido común, puesto que de lo contrario las ganaderías extensivas en nuestra región, y por lo tanto las producciones de calidad vinculadas a esta actividad profesional, acabarán desapareciendo en muy poco tiempo, con un medio rural plagado de fauna salvaje, sin población y totalmente despoblado.
