Masivo apoyo a los bomberos de Proemaid a las puertas del Ayuntamiento

Sevilla

Con muchos nervios, optimistas pero preocupados, pendientes de las noticias, mirando continuamente el móvil. Así han vivido la mañana de este lunes los compañeros, amigos y familiares de Quique Rodríguez, Manuel Blanco y Julio Latorre, que se han concentrado en Plaza Nueva mientras los bomberos sevillanos declaraban en Lesbos acusados de tráfico de personas por su labor humanitaria en el rescate de migrantes en la isla.

"Deseando verlo aquí ya pronto de nuevo con nosotros, libre y trabajando. Soy optimista, pero te reconozco que tengo un pellizco en el estómago con todo este sinsentido", contaba Paloma Latorre, hermana de Julio. "Va a salir bien, no se entendería otra cosa, aunque estamos nerviosos. Ya fue un disparate la detención y siempre te queda la duda de si pasará ahora lo mismo con la sentencia", cuenta Carmen González, madre de Quique.

Ellas y más de doscientas personas han secundado la convocatoria del Sindicato Andaluz de Bomberos y han exigido la liberación de los tres bomberos voluntarios de Proemaid, porque "salvar vidas no es delito", como podía leerse en decenas de pancartas, a las puertas del Ayuntamiento de Sevilla. 

"Tenemos confianza. Este caso es muy evidente, pero estamos viviendo todo esto muy mal", contaba David Galindo, que es miembro de la misma ONG. Galindo estaba con ellos en Lesbos cuando fueron detenidos, pero no viajaba en la embarcación de rescate intervenida por los guardacostas griegos. "Creemos que han sido cabezas de turco en un problema político. Nuestra única misión en la isla ha sido ayudar, y las autoridades locales lo saben", añadía Galindo con indignación.

Autoridades locales, parlamentarios autonómicos, diputados y senadores han secundado también la convocatoria.

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