Una sede que todavía se queda pequeña

Aranda de Duero

La agrupación de voluntarios de Protección Civil sigue reclamando más espacio para trabajar en las condiciones que requiere un colectivo en constante evolución. La alcaldesa, varios concejales de la corporación, el secretario de la delegación territorial de la Junta y el director general de Protección Civil, estrenaban oficialmente este mediodía, junto a representantes de los distintos cuerpos de seguridad, las nuevas instalaciones, ampliadas y reformadas.

El Ayuntamiento ha invertido más de 43.700 euros en el acondicionamiento de este espacio, donde al local con el que ya contaba la agrupación en la calle Bajada al Molino se le ha anexionado el de las oficinas de Cruz Roja antes de trasladarse a la calle Sulidiza. La parte principal de este presupuesto, 26.616 euros, se ha invertido en la reforma ejecutada por la empresa Hermanos Riesgo, reordenando el espacio de estos dos locales, adaptando los baños, renovando el suelo, revisando la calefacción y aislándolo térmicamente. Otros 14.104 euros han sido para renovar el mobiliario, 2.000 para adaptar la instalación eléctrica y otro tanto para equipos informáticos.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Máximo López, destacaba la labor que realiza esta agrupación, que necesitaba desde hace tiempo esta medida.

Actualmente los voluntarios de Protección Civil suman una treintena, aunque es previsible que esta dotación se aumente a corto plazo. Por eso dice el jefe de la agrupación, José Luis García, que esta sede, recién estrenada, todavía se queda pequeña.

El equipo de gobierno parece tener en mente esta necesidad. Raquel González señalaba que actualmente está en trámites la redacción del proyecto para una nueva comisaría de la Policía Local, apuntando la posibilidad de que en el futuro las instalaciones actuales en este mismo edificio puedan ser utilizadas por esta agrupación de voluntarios.