Un instituto de Parla sanciona a los alumnos objetores del examen externo de la Lomce
La Plataforma Regional por la Escuela Pública denuncia que el IES Enrique Tierno Galván ha castigado a los estudiantes de 4º de la ESO que no hicieron la prueba externa de la Lomce, les han obligado a copiar artículos de la normativa que regula estos exámenes y con un interrogatorio sobre la finalidad de las mismas
Madrid
24 y 25 de abril. Esos fueron los dos días que se celebraron las pruebas de la evaluación final de 4º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) que marca la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). Unos exámenes contra los que parte de la comunidad de educativa se ha mostrado contraria en múltiples ocasiones, la última, a través de una huelga que se convocó coincidiendo con los días en los que se ha celebrado esta prueba. A esa protesta estaban llamados profesores y también estudiantes, todos convocados a unas jornadas de boicot y movilización. "Llamamos a no hacer estas pruebas", asegura Ana García, del Sindicato de Estudiantes, "y los estudiantes tenemos recogido este derecho en la ley que lo único que nos exige es que se informe a la dirección como se ha hecho. Todos los institutos de la Comunidad de Madrid conocían de esta convocatoria", explica.
En el Instituto Enrique Tierno Galván de Parla la abstención fue muy alta en esos dos días. Hubo un grupo de alumnos que no se presentó a la evaluación y algunos han sido sancionados varios días después. En concreto, aquellos que no justificaron la ausencia a las pruebas. A estos estudiantes, el centro les ha puesto unas tareas que han tenido que hacer fuera del horario lectivo. Algunos se han negado, y según denuncia la Plataforma Regional por la Escuela Pública, se enfrentan ahora a una expulsión.
Esas tareas consisten en leer detenidamente la normativa que regula las pruebas y copiar algunos de los párrafos. Después se les pide que respondan un cuestionario que versa únicamente sobre los conocimientos que estos alumnos tienen sobre esta evaluación y sobre lo que ha motivado su abstención. "La dirección se ha dedicado a hacer un castigo ejemplar para sentar un precedente y que el resto de estudiantes aprenda bien la lección", explica Ana García, del Sindicato de Estudiantes, que cree que lo único que se ha pretendido con este castigo es "evitar la movilización y la respuesta de la juventud".
La dirección del instituto asegura que no hay motivos ideológicos detrás de esta sanción. Se amparan en el reglamento interno del centro que tipifica como falta leve las "ausencias reiteradas de puntualidad o de asistencia a clase no justificada". Es el punto que ha aplicado la dirección del Tierno Galván para sancionar a estos estudiantes. En cuanto a la sanción aplicada, desde el mismo centro explican a la SER que se les ocurrió que lo mejor sería que reflexionaran sobre las pruebas, con la idea de que fuera un castigo educativo. La dirección justifica su decisión en que la inspección educativa exige una relación detallada de las ausencias de los alumnos en esos días en los que se establece un control exhaustivo de faltas, como reconocen desde el centro. "Tenemos que notificar a la inspección por qué no hay justificación de esos alumnos que han faltado sin motivo", nos dicen. En todo caso, el instituto confirma que la sanción se ha impuesto sin antes haber pasado por manos de los inspectores de la Consejería de Educación.
Desde el departamento que dirige Rafael Van Grieken explican a la SER que la ausencia a estas pruebas no se puede sancionar y que la inspección velará una vez analice los datos ofrecidos por los centros porque así hay sido.