"Hay países donde es mejor que vaya a vender un hombre y no una mujer”

Valdemoro

Las tres hermanas Calatayud se encargan, junto con su hermano Vicente, del negocio que hace 50 años abrió su padre, Vicente Calatayud. Si en estos casos lo habitual es que la dirección de la empresa la lleve la parte masculina de la familia, en Entex Textil, proveedora de tejido para colchones, no ocurrió lo mismo. Tomó el relevo Vicente, pero su hermana pequeña, Paloma, que cursó Derecho y un Máster en Comercio Exterior, tenía claro que ella quería estar en la empresa y así lo hizo incorporándose a la dirección con la difícil tarea, hace 25 años, de abrir mercado internacional. Más tarde, desembarcaron las otras dos hermanas, Teresa, que trabajaba en un banco y Mar que era farmaceútica.

Con Paloma se dio el salto porque la empresa empezó a exportar su producto y a crecer. Ahora comercian con países de los cinco continentes, tienen una fábrica en México y otra en el Levante.“No fue nada fácil para Paloma” dice Teresa, “porque hace 25 años salir de Valdemoro con maletas cargadas de muestra para vender en los países sudamericanos, le costó bastante, muchas horas para que la recibieran, para que confiaran en ella y siendo mujer le costó más” Chocaba entonces una mujer en ese puesto y ahora sigue chocando también, afirma. Aunque reconoce que los clientes de entonces lo siguen siendo ahora y muchos se han convertido en amigos.

Mar recuerda cómo empezó echando una mano, “poca cosa”, y luego terminó encargándose del departamento de diseño de muestras y una parte comercial,“aunque todos hacemos de todo”, algo que confirma Teresa, quien lleva también parte financiera y comercial.

Las dos reconocen que no es habitual encontrarse en el exterior mujeres directivas en empresas,“sigue siendo un mudo de hombres”, al igual que pasa en España. Es más, aseguran que hay países donde si vas a vender, es mejor que sea un hombre. Por ejemplo, afirma Teresa, en Inglaterra, donde hay en este sector muchos empresarios asiáticos, de países como India o Pakistán, por ejemplo, solo puede vender un hombre. “Vamos con nuestro comercial y casi que ni se dirigen a nosotras”.

Las tres hermanas afirman que el negocio familiar les ha dado más satisfacciones que otra cosa. “Es un trabajo muy bonito, ver como entra un hilo y sale un tejido, es como magia”, asegura Teresa, mientras Mar asiente y reconoce que aunque es “un poco estresante, nos encanta”. Sobre todo resaltan lo estupendo de trabajar en familia y la valía también de su hermano Vicente.

Como la mayoría de las mujeres se quejan de la falta de conciliación laboral y familiar, pero reivindican el acabar con barreras. “Una mujer con ganas de trabajar es tanto o más válida que un hombre. Pero es complicado porque la familia, la educación, los roles de siglos…, lleva mucho revertirlo”, dice Teresa. Mar asegura que “se está en ello. Una mujer preparada, con energía y ganas es muy válida y sin problemas para llevar cualquier puesto en una empresa”.