Los padres de niños ingresados en Oncología de Son Espases denuncian la falta de luz natural en la unidad

Palma de Mallorca

"Una zona lúgubre y oscura las 24 horas del día". Así es como describe Raúl Gil la unidad de oncología pediátrica de Son Espases: "Un lugar en el que nunca entra un rayo de sol", lo que les obliga a estar siempre con luz artificial. Raúl es el padre de un niño de 6 años enfermo de cáncer que ingresó en el hospital en septiembre del año pasado y ha recibido el alta hace dos semanas. Durante todo este tiempo, como se puede observar en la fotografía facilitada por la familia, el niño ha estado en una habitación del módulo 1D que da a una zona interior con muy poca luz natural. No pueden salir al balcón para respetar la privacidad del resto de pacientes y lo único que ven es una inmensa pared gris de hormigón. "Ni siquiera sabes si fuera llueve o hace sol", explica Raúl, que añade que esta falta de luz "afecta a la recuperación del paciente". Para los familiares, que ya en 2016 iniciaron una campaña de recogida de firmas en change.org, la solución sería que trasladasen la unidad a otro lugar. ASPANOB -la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Baleares- lleva reclamando este cambio desde que inauguraron el hospital. "Hemos insistido mucho", explica su gerente Eulalia Rubio en Hoy Por Hoy Mallorca: "En Son Dureta veíamos el mar, hemos ido a peor". 

A pesar de las quejas, el IbSalut descarta un cambio de ubicación y remodelará la unidad para conseguir que haya más luz. Lo ha explicado esta mañana su director general, Juli Fuster: "Hicimos una reunión con los médicos y los jefes de servicio y el traslado no es posible por un tema técnico". Descartada esta opción, ya hay un proyecto de remodelación que realizará la concesionaria para ampliar las habitaciones, cambiar las cristaleras y añadir dos habitaciones de aislamiento. La idea es que las obras comiencen este año.