Antonio Mohamed, un cholista y mourinhista

Vigo

Reconoce que el fútbol del Barcelona de Guardiola le gustó pero que él se identifica más con José Mourinho. De hecho, no eran pocos los que le llamaban en México "The Special One". Si hay que definir la filosofía de Antonio Mohamed, el nuevo técnico del Celta (como adelantó Radio Vigo), se podría hacer con reflexiones que nos ha dejado a lo largo de estos años. Considera fundamental la transición porque "ha pasado a ser lo más importante" y también sostiene que "la eficacia es lo máximo, más que la posesión, porque la plata (dinero) está en las dos áreas y ahí hay que ser práctico". Le gusta atacar con gente, pero siempre con orden (cholismo) porque siempre deja claro que "hay que recuperar los espacios defensivos en menos de siete segundos porque el repliegue es fundamental". También es pragmático en muchas cosas como por ejemplo que es consciente que en el fútbol actual hay que adaptarse a los jugadores que uno tiene y que el equipo está por encima de las individualidades. Aunque a Mohamed le gusta más la palabra obligación, asegura que el compromiso de los jugadores es fundamental. Lo razona así: "prefiero un jugador 7 comprometido que uno 9 sin compromiso o menos comprometido". Es un cholismo en estado puro pero con matices porque la obsesión del Turco es tener su estilo propio, no le gusta copiar modelo y critica a los técnicos que apuesta por copiar un modelo. Cholista porque él mismo reconoce que es "un técnico resultadista" porque "me gusta ganar, mis equipos juegan para ganar y yo vivo para ganar". Intensidad, presión alta y asfixiante, rápido repliegue, dominar la transición (sobre todo defendiva) y flexibilizar el sistema en función del rival y las necesidades definen también su estilo de fútbol. Marcado también por una obsesiva capacidad de trabajo a balón parado que le ha reportado importantes beneficios en partidos clave.

Si hay que definir la personalidad del nuevo técnico del Celta podríamos hablar de un rebelde, de fuerte personalidad, un motivador, que no se esconde, comprometido con los proyectos a los que va, muy temperamental y, sobre todo, estratega. Un muy buen estratega. No le gustan los entrenadores "tiranos", quiere que el jugador sea protagonista y que se sienta cómodo en el equipo. Cuando sacó a Colón del pozo del descenso y lo mete en Libertadores, aseguraba que en ese club estuvo como en "Disney". No hubo injerencias y eso es fundamental para que Mohamed esté cómodo, porque no han sido pocas las veces que ha dicho que "los de los pantalones largos, muchas veces, quieren mandar más que los de los pantalones cortos". Los jugadores estaban al corriente de pago y tenía una relación muy buena con el grupo. Es un gran gestor de grupos o así lo definen. Cuando decide dejar México para entrenar en la B a Huracán, el club de sus amores, lo hizo gratis porque es el club de sus amores. Mohamed ya ha dicho, en varias ocasiones, que algún día será presidente de Huracán. Nacido en Soldati, en La Quema, es un Quemero de cuna y así también se lo ha inculcado a sus hijos. Mohamed ya había marcado el gol decisivo ante Los Andes para el ascenso en la 89-90. Mohamed volvió gratis a Huracán para subirlo de la B a la Primera.

Además de ese título de campeón de la B, que para el propio Mohamed será el más emotivo y uno de los más importantes, también sabe lo que es ganar títulos. Los primeros pasos como entrenador fue saltando de México a Argentina y de Argentina a México. Después de sus primeros pasos como entrenador en México en Zacatopec (2003), Monarcas de Morelia (2004) o Jaguares (2005), llega su éxito en Huracán. Tenía ofertas de Argentina pero prefirió volver a su país de adopción para hacerse cargo de Veracruz y las cosas no salieron bien.

Y en Argentina, curiosamente, vuelven a salirle las cosas mejor. Parece que siempre que necesitó un impulso, lo encontró en casa. Coge Colón luchando por el descenso, en riesgo claro, lo salva, lo reactiva y lo mete en Libertadores. Al año siguiente se hace con el banquillo de Independiente y, en Avellaneda, llegaría su primer título continental. Mohamed logra la Copa Sudamericana de 2010 ganando en la final por penaltis a Goiás (5-3). Independiente había perdido en Brasil 3-2 y remontó 2-1. No pudo completar el éxito porque El Rojo pierde la Recopa Sudamericana contra Porto Alegre (ganó en la ida 2-1 y perdió 3-1 en Brasil).

Después de su primer título y del impulso a su carrera dirigiendo a Independiente, decide aceptar la oferta del recién ascendido Xolos de Tijuana. Y a ese recién ascendido lo hace competitivo, le mete el chip competitivo y se mete en la Liguilla. Allí se encuentra con Monterrey y caen eliminados. Al año siguiente, en el Apertura 2012, queda segundo en fase regular y acaba ganando el título de Liga a Toluca en la final. Mohamed hace un buen torneo de Libertadores, al año siguiente, metiendo a Tijuana en los cuartos de final. Duvier falla un decisivo penalti que les hubiese metido en semifinales. Les eliminó el Atlético Mineiro de Ronaldinho que acabó ganando ese título.

De Tijuana, Mohamed da el salto a un gigante del fútbol mexicano: América. Allí gana el Apertura de 2014 ganando a Tigres en la final. Del América decide irse al Monterrey en donde consigue importantes resultados pero en donde no se pudo quitar la "mufa" de perder las finales de Liga. Pierde el Clausura de 2016 con Pachuca y el Apertura de 2017 contra Tigres. Pero en Monterrey levantaría otro título, una Copa de México, el pasado 22 de diciembre, ganando en la final a Pachuca.

Aunque Antonio Mohamed, cholista y mourinhista, no es amante de los éxitos individuales y prefiere los colectivos. No sería justo acabar su perfil sin destacar que ganó el Balón de Oro en 2016 al mejor entrenador de la Liga Mexicana y que, incluso, sonó con fuerza para ser seleccionador de México.