Ibrahima: “estoy indignado con la Policía, con las mentiras”
Los informes forenses revelan que la víctima murió desangrada por una de las 54 cuchilladas que sufrió
Ibrahima Ndiaye es el principal sospechoso del asesinato de Tatiana Vázquez / Cadena SER
Lugo
El acusado del crimen de Tatiana Vázquez ha clamado contra la Policía, a las puertas del juzgado antes de entrar en la sala de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo, donde se celebra el juicio desde el pasado martes.
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Sobre las diez llegaba, fuertemente escoltado, y ahí fue donde expresaba que está “indignado con la Policía, con las mentiras”. “Indignado con la policía”, repitió antes de entrar en el palacio de la Audiencia.
Más cansado, que en las jornadas precedentes, incluso bostezando, se pudo ver al joven senegalés, Ibrahima N. (sin papeles), que había mantenido una relación de ida y vuelta con la joven de Castro de Rei, cuyo cuerpo apareció cosido a cuchilladas en el barrio de Sanfiz el pasado nueve de abril de 2016.
Ibrahima N., acusado del crimen de Tatiana
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Poco después, una desconsolada familia llegaba hasta la Plaza de Avilés. Los padres de Tatiana y el hermano. La madre, Manuela Abuín, no tuvo reparos en reconocer que estaban viendo “bastante bien” el juicio, que se celebra con jurado (siete mujeres y cuatro hombres dos de ellos suplentes).
La madre volvía a incidir en que el responsable del atroz crimen fue “Ibrahima”, incluso el padre, Carlos Vázquez, soltaba “más claro”, para proseguir su camino hacia el palacio judicial.
Ya en la sala, a lo largo de la mañana prestaron declaración dos forenses, dos técnicos de ADN de A Coruña y dos agentes de la Policía Nacional. Al filo de las doce la presidenta de la sala, María Luisa Sandar, permitía un receso de media hora para a las 12.30 reiniciar con las conclusiones definitivas.
En las provisionales, el fiscal interesó 25 años por el crimen y 2 y medio por malos tratos, la acusación particular igualmente 25 años y eleva a tres el delito por malos tratos. La defensa insiste en mantener la inocencia de Ibrahima.
Ibrahima Ndiaye conversando con su letrado, César Lodos / Cadena SER
54 cuchilladas sobre Tatiana
En la declaración de los forenses se ha revelado que fueron 54 las cuchilladas, aunque el arma del crimen no ha aparecido. Tres de ellas en el cuello, 33 en el tronco y abdomen y el resto en las manos y antebrazo (17), estas últimas “heridas de defensa” en un intento desesperado por “protegerse”.
Otro aspecto sobre el que se incidió, en esta declaración, es que la “longitud mínima” del arma blanca empleado era de “once centímetros”, con cuchilladas entre 3,5 y más de cuatro centímetros.
Las heridas mortales se produjeron en “el bazo”, que provoca “que la persona se desangre por dentro”. El forense se aferró en su testimonio en que la mortal fue “la número 23”. “La que la mató”, sentenció, en tanto que explicó que las que aparecieron en el cuello probablemente tuvieran un carácter “intimidatorio”.
La joven se desangró, habría perdido más de litro y medio de sangre, en un ataque que se produjo “entre las 4:50 de la madrugada y las 7:50” de ese nueve de abril. En la declaración de los técnicos de ADN, simplemente corroboraron que los vestigios hallados en una toalla, en la habitación de la pensión en la que residía Ibrahima, son del acusado y de la víctima, sin poder concretar más.
El acusado por la muerte de la joven Tatiana Vázquez, su exnovio Ibrahima Ndiaye, ha asegurado que no tiene "ni puta idea de esta mierda que esta montada" / Eliseo Trigo
Los agentes de la Policía, también por videoconferencia, encargados de “plasmar gráficamente” las informaciones que obtienen de policía judicial u otras unidades policiales, confirmaron que en video, de las distintas cámaras que se visionaron ese día, se ve a la pareja salir del hostal de San Roque pasadas las cuatro y siete de la madrugada. También se observa que entran en el vehículo de ella, luego de, probablemente, haber “mantenido una discusión”.
Opinión de los letrados
El abogado del acusado, César Lodos, insiste en que la acusación se sostiene sobre “indicios”, censurando que no se “exploraran” otras vías. “A poco más que hubieran investigado podría haber otros posibles culpables sentados en el banquillo, pero no lo han hecho”, ha reprochado.
El letrado que representa a la familia de Tatiana, Pablo Freire se afanó en explicar que esos indicios vendrían “a ser como una especie de puzzle, donde todas las piezas encajan”. “La policía ha hecho un buen trabajo”, ha destacado finalmente.
