La plantilla del Algeciras se queda tirada en El Prat

La plantilla del Algeciras Club de Fútbol acabó sufriendo uno de los calvarios más grandes de sus últimas temporadas a nivel general. Por si no fuera poco la eliminación sufrida por la mañana en Can Misses ante la UD Ibiza por 2-1 (3-1 en el global), los jugadores que dirige José Antonio Asián pasaron una auténtica odisea para poder regresar a casa.

Según el plan propuesto por la RFEF, encargada de los viajes de los equipos de la península que tienen que jugar en las islas, el equipo embarcaba a las 18.30 horas desde Ibiza con dirección a Barcelona para posteriormente enlazar con Sevilla a eso de las 22.00 horas. Las tormentas sufridas en buena parte de nuestro país retrasaron hasta pasadas las ocho de la tarde el enlace con la ciudad condal y ello provocó la cancelación de su viaje a la capital andaluza.

Hasta ahí todo bien cuando en condiciones normales, es Federación quién debe moverse al respecto y poner todo tipo de facilidades al alcance del plantel, pero la sorpresa generalizada fue cuando desde la compañía Vueling les ofertaron en un principio desplazarse a un hotel a Vilafranca del Penedes, a 46 kilómetros, el cual fue descartado poco más tarde, mientras que posteriormente fueron mandados hasta Girona, a 140 kilómetros de El Prat de Llobregat, a lo que se negaron tajantemente.

El ente nacional hizo oídos sordos a la petición del Algeciras Club de Fútbol que estalló en las redes sociales cuando tras consultar con miembros de la junta directiva del conjunto de La Menacha, ésta rehuyó la posibilidad de abonar un hotel que posteriormente sería reembolsado en forma de indemnización. La plantilla al completo con el cuerpo técnico trató de moverse como buenamente pudo por el aeropuerto de Barcelona para pasadas las 01.00 de la madrugada, concertar 25 plazas hoteleras en un recinto situado en Sant Andreu de la Barca, a 27 kilómetros que les permitieron pasar la noche en condiciones dignas antes de embarcar a las 09.00 horas rumbo a Sevilla en el tramo final de su odisea.

Pésima actitud de la directiva albirroja desoyendo las peticiones de unos jugadores que ante todo, miraron por su entereza física y que nuevamente ha dejado reflejado el desencuentro existente durante buena parte de la temporada entre vestuario y cúpula de un Algeciras que acaba la temporada de la manera más desagradable posible.

Un triste final.