Anduva, historia mallorquinista

PALMA

El fútbol es caprichoso, da oportunidades para la revancha y por supuesto es emoción, pasión, tensión y nervios. Eso fue lo que se vivió ayer en Anduva, en un escenario donde el Real Mallorca había perdido la categoría el pasado 4 de junio, casi un año antes. Tan solo dos jugadores continuaron de esa plantilla, Lago Junior y Antonio Raíllo que han mostrado su compromiso con el equipo en Segunda B, en campos municipales pequeños, que no iban en consonancia con el majestuoso estadio que tiene el Real Mallorca, con la plantilla "rica", como le llamó el entrenador del Mirandés, Pablo Alfaro. Con unas instalaciones deportivas más bien de 1ª división que de 2ªB. La deuda de Raíllo y de Lago Junior se ha saldado, fueron protagonistas con sus goles en el partido de ida y eso fue más que suficiente.

Ayer, poco fútbol. Los mallorquines supieron jugar al otro fútbol, el que tenía que poner algo más de su parte tenía que ser el equipo de Miranda de Ebro y no fue así. Pocos recursos de los hombres de Pablo Alfaro, en un ambiente que para nada fue, el que esperaban los 400 mallorquinistas que viajaron hasta la provincia de Burgos para ver el encuentro.

Se intentó desde el club caldear el ambiente, pero la afición de Anduva fue señorial y solo quería ver fútbol, distanciandose de las provocaciones de su club.

El Real Mallorca, equipo diseñado para subir a la Segunda División, consiguió el objetivo. No era fácil, pero tenía los instrumentos para hacerlo. Eso no significa que la directiva no deba tomar nota de los errores que se cometieron el año pasado para estar en la situación actual. De poco serviría este año, fuera del fútbol profesional, si no se corrigiesen los errores. Ahora los ojos estarán puestos en el director deportivo Javier Recio y el consejero delegado, Maheta Molango.

Hay un reto bonito por delante, que cuenta, como se vio ayer en Anduva, y también en Son Moix, con el respaldo de los máximos accionistas que en los momentos difíciles han respaldado a Molango y que seguirán haciéndolo en Segunda División.

Porque la afición se lo merece y porque un club con más de 40 años en el fútbol profesional, necesitaba volver a donde se merecía...