Bienvenidos a Málaga (pisos turísticos, ciudades bananeras)

Málaga

Una de cada dos viviendas turísticas es ilegal. Este dato, a pesar de la indiferencia generalizada, resulta demoledor. A ver, ¿se imaginan que la mitad de los coches viajasen sin seguro? ¿Qué la mitad de los médicos no tuviesen título? ¿Se imaginan que la mitad de los restaurantes ofreciesen productos caducados? No perdamos la perspectiva: que la mitad de las viviendas turísticas puedan ser ilegales delata una tolerancia política que bien merece ser calificada de bananera.

Personalmente me disgusta esa retórica que habla de “hordas turísticas”; a cambio, entiendo muy bien a los vecinos que denuncian “nos están echando del centro”. El sector es importante, pero el descontrol, del ruido a los precios, es insoportable. Y lo asombroso es que PP y C’s no hacen nada. Por tanto, son cómplices por inacción de un sector donde nueve de cada diez viviendas incumple la normativa municipal de usos. Y esto no lo dice la oposición sino un organismo municipal: el Observatorio de Medio Ambiente Urbano, OMAU. Saquen sus conclusiones.

"No vayamos a demonizar el turismo" se defiende María del Mar Martín Rojo, la concejala de Economía Productiva. Pues claro que no. Definitivamente lo que deberíamos demonizar es a los alcaldes y concejales que falsean el debate como si cumplir las normas atentara contra el turismo. Así que no, no nos equivoquemos, al menos no nos equivoquemos en esto: los culpables no son los turistas, que aprovechan sus oportunidades, sino los responsables del Ayuntamiento que miran para otro lado mientras el tumor crece y crece. Se ve que entienden que a ellos les va mejor en una ciudad bananera. Es su modo de entender el ‘Bienvenidos a Málaga’.