Deberes para el nuevo gobierno desde A Coruña y Galicia

A Coruña

Se estrena gobierno tras el triunfo de la moción de censura con una decisión primera de Pedro Sánchez, el nombramiento de un Comisionado contra la pobreza infantil que dependa directamente del Presidente del Gobierno. Un gesto, como esa promesa del cargo sin biblia ni crucifijo, una opción que abrió el Rey Felipe VI al llegar a su cargo y que usó por primera vez en esta democracia el secretario general del PSOE. Aquí tenemos cuestiones pendientes fundamentales para el desarrollo de A Coruña y Galicia que dependerán del nuevo gobierno. El eterno y nunca concluido saneamiento de la Ría de O Burgo, que pasó ya gobiernos socialistas y desencuentros con la Xunta es uno de ellos. Le toca pagar y terminar al Estado y no se puede olvidar. Los accesos por tren a Langosteira ya aprobados por el PP y la polémica por el costoso acceso por carretera que se está construyendo cuando se puede solucionar el problema levantando el peaje de Arteixo. Justo el pleno ha aprobado la denuncia del despilfarro ante la Audiencia Nacional. Queda también la búsqueda de ese acuerdo sobre el futuro de la fachada marítima de A Coruña, integrando todas las administraciones, tras el plantón al ayuntamiento por parte del PP, y la decisión sobre quien paga el puerto exterior. Y la decisión sobre el mapa territorial tras el laberinto catalán y el papel para Galicia en ese envite. No sabemos si será un gobierno sin peso, dicen por ahí. Sí que de su quehacer cotidiano y de sus decisiones depende buena parte del brío que tomen los acontecimientos a nivel individual y colectivo. Y habrá que estar delante de ellos siempre que sea necesario.

Último acto del PSOE en A Coruña. Con agenda social, uno de los campos en que debe hacer cosas este nuevo gobierno. El tema, el futuro de las pensiones.