Valencia quiere ser capital europea del turismo inteligente

Valencia

Valencia aspira a convertirse en capital europea del turismo inteligente. La primer teniente de alcalde Sandra Gómez ha anunciado en la SER que ese stá ultimando la presentación de la candidatura de nuestra ciudad ante la Comisión Europea, que es quien promueve esta iniciativa.

Gómez se ha felicitado de que nuestra ciudad se consolide año a año como destino urbano, lo que favorece la desestacionalización del turismo. También está contenta por la aprobación en Les Corts de la nueva ley valenciana de turismo porque permite a las ciudades un mayor control sobre los apartamentos y da por zanjado el debate sobre la tasa turística porque sobre ella nada recoge, dice, dicha ley.

Gómez además cree que Valencia está logrando posicionarse como destino accesible y sostenible, dos elementos que avalarían su candidatura para ser capital europea del turismo inteligente.

Hablaba Sandra Gómez de fotografiar la ciudad. En ese sentido ha desvelado, también en la SER, la intención del Ayuntamiento de colocar unas letras de gran tamaño en la Ciudad de las Artes y las Ciencias con la palabra "Valencia" para que se fotografían con ellas todos los turistas que vosoten el recinto.

Ley valenciana de turismo

Sandra Gómez, Primera Teniente de Alcalde y Coordinadora Delegada de Turismo, ha pasado por el programa Hoy por Hoy Locos por Valencia para explicarnos el impacto que la recién aprobada Ley de Turismo va a tener en el turismo de la ciudad de Valencia, y como afectará a diferentes problemáticas como los apartamentos turísticos, las terrazas, o la posible aplicación de la tasa turística.

Les Corts aprobaron el pasado 23 de mayo la Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad de la Comunitat Valenciana con el apoyo del PSPV, Compromís, Podem y Ciudadanos y la abstención del PP, una norma que garantiza la sostenibilidad y la calidad del modelo turístico, recoge el concepto de ética y eleva las sanciones por infracciones hasta 600.000 euros.

Entre las novedades de la ley destacan la incorporación de valores como la hospitalidad, la inclusión y las singularidades, la contribución para un modelo que facilite la integración de los turistas con la población local, la creación de órganos como el Comité de Ética del Turismo y la consideración de todo el territorio como activo turístico.

La ley impulsa la protección de los consumidores y usuarios y vela por la garantía del servicio que reciben elevando la cuantía de las sanciones económicas por infracciones desde los 30.000 hasta los 600.000 euros.