La ingeniería al alcance de los más pequeños

Valencia

La Escuela de caminos, Canales y Puertos de la universitat Politècnica de València cumple 50 años de historia y para celebrarlo ha preparado un amplio programa que llega este domingo a la plaza del Ayuntamiento de Valencia con una jornada en la que niños y jóvenes podrán practicar lo que es la ingeniería de primera mano.

Desde 1968 esta escuela ha formado a los profesionales de la ingeniería que han desarrollado su función conectando a las personas, protegiendo a la población con sus obras y adaptando el entorno para hacerlo más habitable. Casi 7.000 alumnos han pasado por sus aulas en medio siglo y han sido formados por más de 800 profesores.

La intención de la institución es que este público, los más jóvenes, conozcan realmente la profesión, así como los estudios que se imparten en la escuela. Y es que, en general, las titulaciones de ingeniería clásicas no atraen tanto a los estudiantes, como explica el director de la Escuela, Eurgenio Pellicer.

Más preocupante es la situación de la ingeniería entre las mujeres, cuyo porcentaje es inferior a un tercio del total en el caso de las matriculaciones de la escuela valenciana.

Durante la jornada, los más jóvenes podrán participar en diversas actividades pensadas para que ellos mismo sean los que intervengan como auténticos ingenieros, lo que para Carrilero es más pedagógico que una simple muestra. De este modo, los pequeños de entre cuatro y seis años podrán jugar la simulación de un territorio con sus respectivos accidente orograficos.

Aquellos un poco más mayores podrán construir puentes con espaguetis y ver cual aguanta más, aprendiendo así las claves de las resistencia de las estructuras. También podrán participar estos en otra actividad que se centran en el terreno, cómo puede afectarle el agua o la vibración de un terremoto, cómo perjudican a la estructura y cómo evitar al máximo posible los daños. Además, podrán adentrarse en un diorama sobre cómo funciona una carretera y cómo puede afectarle el agua si esta no se canaliza adecuadamente.

Por último, los adolescentes, aquellos que empiezan ya a plantearse su futuro curricular universitario, podrán utilizar máquinas teledirigidas empleadas para construir una obra o contribuir en la construcción de un puente de madera, que necesitará de la intervención de bastantes manos voluntarias. También podrán asistir a explicaciones y muestras de profesionales de la escuela que explicarán el funcionamiento de la misma.