Juicio al presunto sicario de una familia irlandesa por asesinar a un rival en Mijas

Málaga

La fiscalía pide prisión permanente para un sicario irlandés por asesinar a un rival en la guerra de bandas que ha dejado, al menos, cinco cadáveres en la Costa del Sol.

El juicio con jurado ha comenzado este lunes entre fuertes medidas de seguridad.

Una guerra entre familias dedicadas al tráfico de drogas. Dos bandas irlandesas, los Hutch y los Kinahan. Dos escenarios. La Costa del Sol puerta de entrada de la droga y lavadero de dinero y Dublín donde llegaba la mercancía y la distribuían al resto de las islas. Los dos clanes habían vivido en paz hasta que se desataron las desavenencias que se han traducido en varias ejecuciones entre rivales.

Este lunes llegaba al juzgado la muerte de Gary Hutch. La fiscalía dice que el acusado, sicario de nacionalidad irlandesa, recibió el encargo de matarlo. Junto a otras personas robaron un coche y en septiembre de 2015 se desplazaron a la vivienda de Gary en una urbanización de Mijas. Armado con dos pistolas semiautomáticas, el acusado se cubrió con un pasamontañas, entró en el aparcamiento del complejo, esperó a su víctima y cuando esta iba a recoger el coche comenzó a dispararle. Gary pudo huir corriendo pero el acusado, dice la fiscalía lo siguió mientras disparaba, al menos, 15 tiros sobre el. Le dio alcance, con la víctima en el suelo lo remató de dos disparos en la cabeza. El acusado fue detenido en su vivienda de Benahavís donde llevaba un alto tren de vida.

En su declaración el acusado se ha declarado inocente. Niega que perteneciera a banda alguna, que matara a la víctima, mantiene que ese día estaba en la cama de su apartamento acostado con resaca y acompañado de una prostituta. Su alto nivel de vida lo justifica en los servicios que prestaba a turistas acaudalados en la Costa del Sol, Dubai o Tailandia donde viajaba con frecuencia. Su defensa cuestiona la validez de las pruebas aportadas por la acusación en su contra y mantiene que es inocente de los hechos que se le imputan.

Por su parte la fiscalía considera que es culpable de los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas y pide que sea condenado a prisión permanente revisable y que indemnice a los herederos de la víctima con 90.000 euros.