La comisión de investigación pone en entredicho la labor de control urbanístico del ayuntamiento de Málaga

Málaga

Demoledor retrato del departamento que ha de velar por la legalidad urbanística en la ciudad de Málaga el pergeñado por los tres inspectores de obras de la Gerencia de Urbanismo en la comisión de investigación sobre los expedientes tramitados entre 2006 y 2016 y que pone en tela de juicio la labor de control urbanístico que ha de realizar este organismo municipal.

Con tres veces menos inspectores que en los años 90, escasez de técnicos, un sistema informático antediluviano, dificultades incluso para aparcar en el centro cuando visitan una obra porque no pueden usar el Sare o zonas oficiales o sin móviles con herramientas de localización para poder orientarse en el campo, estos funcionarios reconocía su "frustración" por no poder culminar la gran cantidad de expedientes de infracción que recala en sus mesas en el plazo que marca la ley, y que cada año ronda el millar.

La falta de personal, la principal demanda, ya que se ha pasado de los nueve inspectores de hace tres décadas a tan sólo tres. “Es frustrante”, reconocían José Antonio Rubio y Antonio Camuña, dos de estos funcionarios llamados a comparecer y que reconocían las ingentes dificultades para llevar a término el trabajo. De hecho, admitían que es “habitual” que caduquen los expedientes, pero indicaba que “no se hace a conciencia” y que no hay injerencias políticas en su trabajo.

La falta de herramientas adecuadas para la labor de inspección también quedó patente. El inspector Juan Enrique Barba calificó de "absurdo" el sistema informático actual; llegó a señalar que recientemente se les ha puesto un monitor de segunda mano en el departamento para evitar que tuvieran que comparar las fotografías “de memoria”, como venían haciendo anteriormente y reivindicó herramientas para no perderse "en el campo" como móviles con aplicaciones de planos cuando giran una inspección.