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El Cristo del Buen Fin, repuesto al culto tras su restauración en el IAPH

Desde el pasado 12 de abril, la talla ha sido sometida a un proceso de limpieza, actuándose también en dos pequeñas grietas que presentaba

Así ha quedado el Cristo del Buen Fin tras su restauración en el IAPH / @HdadBuenFin

Sevilla

El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) ha concluido la restauración de la imagen del Cristo del Buen Fin, titular de la hermandad homónima del Miércoles Santo, tras lo cual la talla ha sido repuesta al culto en su sede del antiguo convento de San Antonio de Padua, en la calle San Vicente.

La intervención se ha llevado a cabo desde una perspectiva contemporánea del análisis patrimonial y de acuerdo al informe diagnóstico y propuesta de tratamiento realizado en marzo de 2017 y aprobado por la Hermandad. Para la realización de este informe, se procedió al depósito temporal de la imagen en las instalaciones del IAPH entre el 12 y el 22 de diciembre de 2016, plazo en el que se realizaron los estudios técnicos y las investigaciones analíticas correspondientes.

El director del IAPH, Román Fernández-Baca Casares, ha destacado que “la imagen del crucificado del Buen Fin forma parte de lo que la crítica contemporánea denomina patrimonio histórico en culto activo. Y la clave de este patrimonio es su representatividad”. Su importancia reside tanto en lo simbólico como en lo material, siendo fundamental la continuidad patrimonial, en permanente actualización, a través de las prácticas devocionales. El difícil equilibrio entre lo simbólico y lo material es lo que incide directamente en la conservación de este patrimonio. En consecuencia, los tratamientos han sido los que estrictamente demandaba la obra, respetándose los valores culturales, los simbólicos-devocionales y la materialidad actual de la misma.

Otra imagen del Cristo del Buen Fin tras su restauración en el IAPH / @HdadBuenFin

De este modo, el pasado 12 de abril, se procedió a retirar del culto al Santísimo Cristo del Buen Fin -junto a estas líneas en otra imagen después de la restauración- para que el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) comenzara con el proceso de restauración de la imagen. La intervención ha consistido principalmente en una limpieza superficial y del estrato polícromo, fijación del conjunto polícromo en las zonas de faltas de adhesión, revisión de los ensambles y actuación en los que se ha considerado necesario, estucado y reintegración de la policromía y actuación sobre dos pequeñas grietas que presentaba la talla.

El Cristo del Buen Fin en las dependencias del IAPH tras su restauración / Cadena SER

La intervención ha sido abordada por un equipo técnico interdisciplinar encabezado por Cinta Rubio y compuesto por un conservador-restaurador en bienes culturales muebles especialista en conservación de escultura, un historiador del arte, un fotógrafo y un técnico en conservación preventiva.

Detalle de los pies del Cristo del Buen Fin / Cadena SER

Coincidiendo con el traslado del Cristo del Buen Fin a las instalaciones del IAPH en la Isla de la Cartuja, también se trasladó el techo de palio para someterlo a un estudio de tejidos que se enmarca dentro de los trabajos previos al proceso de restauración del mismo.

Un poco de historia

Operarios del IAPH trasladan al Cristo del Buen Fin / Cadena SER

La imagen del Cristo del Buen Fin, tallada en 1645, es obra de Sebastián Rodríguez, discípulo de Juan de Mesa y coetáneo y colaborador del taller de Martínez Montañés. Fue restaurado en 1979 por Luis Ortega Bru, constatándose que la imagen es de madera maciza y sin clavos en su estructura.

La investigación en el Archivo de Protocolos que arrojó la luz definitiva sobre su autoría fue realizada por Maria Teresa Dabrio, que encontró no sólo el contrato sino el recibo del pago establecido, que fue de 150 ducados en monedas de vellón.

 
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