La Marea del Cucharón denuncia la baja calidad de los alimentos del Complejo Hospitalario de Jaén

Úbeda

La Marea del Cucharón, integrada en la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de Jaén, denuncia la baja calidad de los alimentos de los menús de verano que ofrece la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía a los pacientes del Complejo Hospitalario de Jaén. Según señalan desde esta plataforma, se han sustituido pescados como el lenguado, la rosada, el pez espada y la merluza por otros de inferior calidad como la panga, la perca, la tilapia o el marrajo. Lo mismo sucede con las carnes. También explican que las piezas son de un tamaño muy pequeño lo que les obliga a realizar "puzles para conseguir platos de mayor tamaño", cuenta el portavoz de la Marea, Germán Moreno.

Asimismo, critican que la Consejería de Salud promocione a través de su página web menús con fotografías que no se corresponden con la realidad. Están utilizando instantáneas con bandejas de comida de años anteriores en las que se muestra, por ejemplo, una merluza de gran tamaño que ahora, según cuentan desde la Marea del Cucharón, se ha reemplazado por "mini filetes de marrajo con cortes y recortes". También dicen sentirse avergonzados del texto que publica la Junta "para presumir de la comida" en el que escriben "que quieren que los pacientes se encuentren como en su casa y puedan comer los mismos platos que suelen degustar en sus hogares". La Plataforma considera inadmisible estos comentarios porque no se ajustan a la realidad.

Aunque nunca se sirven productos en malas condiciones, aseguran, los alimentos no son los mejores para los enfermos. El cierre de las cocinas del Hospital El Neveral obliga a cocinar todos los alimentos en el Hospital Princesa de España para después recalentarlos y servirlos en el resto de complejos sanitarios. El desayuno, la comida, la merienda, la cena y el suplemento tienen un coste de 5,30 euros por paciente al día. La privatización de los almacenes de víveres del Complejo Hospitalario de Jaén se produjo hace seis años, desde entonces se ha experimentado un descenso significativo en la calidad de los productos y servicios que proporcionan a los enfermos, cuentan desde la Marea del Chucharón.