Los nacimientos siguen disminuyendo y caen a mínimos históricos
El año pasado nacieron en Asturias poco más de 6.000 niños
Oviedo
La cifra de nacimientos se ha reducido en Asturias un 33 por ciento en lo que llevamos de década. Desde 2010, los números de nuevos alumbramientos pierden ritmo año tras año agravando la ya de por sí preocupante tendencia demográfica hasta tocar fondo en 2017 con apenas 6.000 bebés.
Los nacimientos disminuyeron en Asturias en 2017 por tercer año consecutivo hasta marcar un mínimo histórico de tan sólo 6.013 niños, 34 menos que en 2016. La cifra de nacimientos viene cayendo de modo constante en los últimos años y según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística la diferencia con respecto al inicio de la presente década, en 2010, es de 1.750 nacimientos menos. Medido en tasa de variación anual, al descenso del último año ha sido del 5,3 por ciento. Con ser mala, la tasa mejora la de comunidades como Castilla-La Mancha, Andalucía, País Vasco o Castilla y León, comunidades en las que a pesar de que han nacido más bebés, la evolución porcentual de nacimientos es bastante peor.
Asturias sí ocupa el último puesto del ranking autonómico de fecundidad. El indicador que mide la fecundidad según el número medio de hijos por mujer, es en Asturias del 1,03 frente al 1,31 de la media nacional o el 2,32 que se registra en la ciudad autónoma de Melilla, que es donde más niños nacen en relación con el número de mujeres en edad fértil.
Respecto a las defunciones, aunque la tasa de mortalidad sigue siendo en el Principado la más elevada del país, con casi 13 defunciones por cada 1.000 habitantes, no deja de ser curioso que el año pasado fuimos la única comunidad en la que disminuyó el número de defunciones. Y eso que la esperanza de vida en Asturias -82 años y medio- está ligeramente por debajo de los 83 años de la media española.
Con estos datos no es de extrañar que figuremos entre las comunidades con peor saldo vegetativo del país, con 7.140 defunciones más que nacimientos. Sólo Castilla y León y Galicia presentan un saldo negativo más acusado que Asturias