¿Deben hacer deberes los niños en verano?

Valencia

Esta semana es especial, porque partir de ahora a muchos padres, pero sobre todo muchos niños, van a cambiar la rutina. Vamos a decir “hasta pronto” a los madrugones, las mochilas, las clases… Empiezan las vacaciones. Pero, ¿qué hacemos si a nuestros hijos les mandan deberes? ¿Es positivo hacer tareas escolares en verano? ¿Refuerzan el conocimiento? De todo ello, hablamos con nuestro psicólogo, Alberto Soler, autor del libro Hijos y padres felices.

¿Dejamos los deberes en vacaciones?

Yo pasaría de deberes, eso lo tengo claro. No me pasearía por una gran superficie para escoger el mejor cuadernillo de vacaciones. Otra cosa es si los deberes los pone el colegio. Si los deberes son razonables, no hay problema, se hacen y ya está. Tampoco es que le vayamos a robar la infancia al niño por hacer alguna tarea en verano. La forma de enfocarlo los padres también cuenta. Si lo planteamos como una especie de “castigo” es más difícil de tragar; si lo enfocamos con naturalidad, lo más probable es que el niño lo haga sin mayor trascendencia.

De hecho, cada vez se escucha más hablar del exceso de deberes al que sometemos a los niños, y muchos profesores están reduciendo la carga. Por ejemplo, los “deberes” que han mandado a mis hijos para este verano son tan sencillos como llevar un dibujo o una foto de algo que hayan hecho durante las vacaciones. Y luego nos han hecho recomendaciones del tipo jugar con ellos, leerles cuentos... actividades muy razonables para su edad.

Muchas veces el exceso no viene solo del cole, sino también de las actividades “extra” a las que apuntamos a los niños. Escuela de verano, inglés, deportes que van recortando y recortando el tiempo libre de los niños...

Otra cosa sería que las tareas fueran excesivas y que, desde nuestro punto de vista, le estuvieran robando demasiado tiempo y experiencias. En ese caso podemos plantearnos hablarlo con la profesora para ver si podemos llegar a un acuerdo. Otra opción sería plantearlo en el AMPA, para ver si se puede hacer algo a nivel de grupo.

¿Cuadernos de vacaciones si, no o depende si el niño ha suspendido alguna materia?

En principio no soy partidario de estos cuadernillos. Si el alumno va bien, no serían necesarios. Si experimenta alguna dificultad, probablemente sería más adecuado programar actividades específicas para ese alumno en concreto y no un cuadernillo general en el que sobren actividades que ya controla y quizá le falten otras en las que experimenta más dificultades.

¿Pierden los niños habidos de estudio si dejan de estudiar en verano?

Probablemente. Y los mayores también perdemos “hábitos de trabajo” en vacaciones. Luego nos cuesta un poquito arrancar, hay quien lo llama “síndrome postvacacional” y sale todos los años en las noticias. Pero no deja de ser algo que ha pasado toda la vida y que todos hemos resuelto con más o menos dificultad. Pero no por esto vamos a quedarnos sin vacaciones “para prevenirlo”. Bueno, se asume que a todos nos cuesta un poquito arrancar, intentamos coger ritmo unos días antes para que no nos pille el toro, y no hay mayor problema.

¿Y el que tiene algún suspenso?

El que tiene algún suspenso tiene todo el curso para trabajar, y probablemente necesite tanto o más cómo sus compañeros este tiempo de desconexión. ¿El que tiene problemas en el trabajo merece menos unas vacaciones, o se puede beneficiar especialmente de no cogerlas, o probablemente necesite más que nadie esté tiempo de desconexión para coger aire y volver con más fuerza que nunca?

¿Mejora el rendimiento en el curso escolar si no hacemos deberes en verano?

No he buscado estudios específicos, pero la lógica me dice que sí. Está claro que el agotamiento empeora el rendimiento y que las vacaciones son necesarias para mayores y pequeños. Incluso si no tuviera efectos en el rendimiento, o si este fuera peor por no hacer los deberes, no me gustaría dejar a mis hijos “sin vacaciones” solo porque su rendimiento pudiera mejorar por hacer estos deberes. También encuentro importantes los aprendizajes y experiencias que pueden vivir en su tiempo libre.

¿Qué es el juego libre? ¿Por qué es importante en verano?

¿De qué te acuerdas más? ¿De las lecciones de historia, lenguaje o física o de los juegos y travesuras de la hora del patio? ¿Qué recuerdas mejor? ¿El contenido de los cuadernillos de verano (no digo el hastío de tener que hacerlos) o las aventuras y desventuras que pasaste con tus amigos durante las vacaciones de verano? Pocos tenemos en mente el recuerdo de estar en casa encerrados haciendo cuadernillos, pero sí tenemos muy presentes los amigos que hicimos en verano, las experiencias que vivimos con nuestros padres o amigos, las habilidades desarrollamos jugando, explorando, investigando o “tramando maldades”. Pensar en eso ayuda a pensar en lo que nos gustaría que recordaran nuestros hijos de su infancia.

Sara Tabares es entrenador personal en Valencia y directora de PERFORMA ENTRENADORES PERSONALES.