‘Striptease’ ideológico

Alicante

Es desgarrador escuchar los llantos de los niños separados por sus padres en la frontera de Estados Unidos y, en este estado de cosas, aunque no son demasiadas, es tremendo leer en las redes sociales el malestar de quienes se sienten ofendidos por la acogida en Alicante de los menores del Aquarius.

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Y todo ello lo aderezan azuzando el miedo a las violaciones que van a sufrir nuestras hijas, apelando al socorrido “vienen para quitarnos el pan de nuestras bocas” o recurriendo a los bulos y noticias falsas.

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Los ciudadanos de este país han demostrado una tremenda solidaridad durante esta larga crisis sin levantar vallas que nos separen a ellos de nosotros.

Hay quien solo se siente protegido por las concertinas. Incluso, por la concertina en la que se ha convertido este mar que nos une y nos separa.

Como si la desesperación humana no fuera mucho más audaz que cualquier barrera aparentemente infranqueable.

Como si estas personas no estuvieran haciendo lo que en el pasado hicieron muchos alicantinos: emigrar para buscar una mejor vida. Ni más, ni menos.

Las redes sociales son un lugar que quita inhibiciones y permite hacer estriptis ideológicos, aunque nos deje con las vergüenzas al aire.