La tortuga Donosti vuelve a nadar en Oropesa tras cuatro años de recuperación

Castellón

La Fundación Oceanogràfic y el Aquarium Donostia/San Sebastián han soltado este miércoles en la playa de La Concha de Oropesa del Mar la tortuga Donosti tras cuatro años de recuperación después de haber sufrido la amputación de una aleta por una red de pesca.

Según han informado fuentes del Oceanogràfic, el quelonio ha sido atendido desde 2014 por numerosos especialistas en los centros de Fauna Silvestre de Gorliz, Aquarium de San Sebastián y ARCA del Mar del Oceanográfic.

Donosti es un ejemplar juvenil de Caretta caretta o tortuga boba, que ha acabado así su "largo y complejo proceso de recuperación" de cuatro años que comenzó en 2014.

La historia de este animal es un ejemplo de las amenazas a la que está sometida esta especie como consecuencia de la actividad humana y los esfuerzos que se llevan a cabo para su conservación, con una colaboración eficaz entre instituciones, según las mismas fuentes.

Fue recogida por el Servicio de Guardacostas en Bermeo (Vizcaya) el 29 de abril 2014 debido a que estaba herida y se trasladó al centro de recuperación de Fauna Silvestre de Bizkaia para su recuperación.

El animal pesaba 2.405 gramos y presentaba una herida necrosada en la aleta delantera izquierda, motivada por arrastre con una red de pesca.

A pesar del tratamiento realizado en el centro se detectó la presencia de un absceso en la cara superior de la aleta delantera izquierda con líquido purulento, por lo que los responsables del centro decidieron amputar la aleta y acomodarla a una vida en un medio controlado en condiciones dignas, como referente de Educación Ambiental.

Donosti fue trasladada y cedida al Aquarium de San Sebastián para su recuperación y exposición en el área Oceanario, ya con un peso de 3,8 kilos.

Allí se inició un proceso de reeducación para enseñarla de nuevo a nadar y que pudiera coger fuerza y se valoró la posibilidad de implantarle una prótesis elaborada por una impresora 3D en sustitución de la aleta, aunque se desestimó la idea por ser muy pequeño el muñón.

Durante dos años, más de 600.000 personas han podido observar la buena adaptación del animal a las nuevas instalaciones y más de 80.000 niños han conocido su historia.

Después de los cuidados y la alimentación adecuada el animal alcanzó los 11 kilos de peso y fue trasladada en octubre de 2017 al Oceanogràfic de València, considerado como un referente en recuperación de tortugas en el Mediterráneo, para su futura puesta en libertad.

Tras ocho meses de estancia y readaptación concluyó el proceso de recuperación y, tras alcanzar un peso de 17 kilos, se consideró que estaba preparada para salir de nuevo al mar.

El departamento de Biología del Aquarium consideró que el mejor lugar para su suelta era el Mediterráneo, por ser tranquilo y el área natural de distribución de esta especie.

Donosti tiene así más posibilidades de supervivencia e incluso podría encontrarse con otros ejemplares más fácilmente para reproducirse, señalan desde el Oceanogràfic.

La tortuga ha regresado al mar en la playa La Concha de Oropesa del Mar, escogida a modo de guiño referencial a la famosa playa vasca de idéntico nombre por su origen en San Sebastián.