Hipertrofia, atrofia y distrofia (política)
Hasta el momento, los populares alicantinos habían demostrado tener un músculo fibrado, ejercitado. Sin embargo, a la hora de elegir a su presidente, ese músculo, ese notable número de militantes, se ha atrofiado
La Columna de Carlos Arcaya | Hipertrofia, atrofia y distrofia (política) | 28/06/2018
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Alicante
De las cosas de la política, al margen de los casos de los presidentes de las diputaciones de Valencia y Alicante, el escaso número de militantes del PP de Alicante -en sintonía con el resto del país- para elegir a su nuevo presidente es llamativo.
Y no valen explicaciones sui generis como las que ha dado Eduardo Dolón, siempre son malas fechas si no hay interés, y tampoco vale que los militantes tienen poca tradición de votar. También podemos pensar que los censos están hinchados. En cualquier caso, los sintomas para los populares alicantinos son preocupantes.
Los médicos distinguen entre hipertrofia, atrofia y distrofia.
Hasta el momento, los populares alicantinos habían demostrado tener un músculo fibrado, ejercitado. Sin embargo, a la hora de elegir a su presidente, ese músculo, ese notable número de militantes, se ha atrofiado. Y ello puede ser, por la perdida de tono muscular, por la falta de actividad; o puede ser por una enfermedad genética que va provocando una discapacidad -en este caso- politica. Con lo cual, estariamos ante una distrofía.
El PP alicantino, ante la cercanía de las elecciones y con la amenaza de Ciudadanos, debería hacerse un chequeo profundo.