Palomares de León: una utopía en camino

Todos, en nuestros pueblos, en los del vecino o cuando visitamos a nuestros familiares hemos visto uno de ellos. Les hablamos de los palomares. Son un elemento más de la orografía en nuestra provincia. Quizá ahora no le encontremos el significado a estas circulares construcciones, pero lo tenían.

Los palomares se dedicaban inicialmente para la cría de pichón. Hoy en día esa función se ha ido perdiendo y el legado cultural de los palomares está en bancarrota.

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Irma Basarte, presidenta de la Asociación de Amigos de los Palomares de León. Lo que comenzó como un post utópico en el blog “La utopía del día a día”, se ha convertido en una gran obra. A falta de un 5% de trabajo de campo, se han archivado más de 1.300 palomares.

Hace seis años se embarcó en un bonita utopía, la de salvar los palomares. Esa utopía poco a poco se fue haciendo realidad y ahora mismo todo está plasmado en una exposición temporal en el Centro Cívico de León Oeste, en la capital de la provincia; hasta el 26 de julio.

Entre las historias que destacan, la un matrimonio holandés el cual se hizo eco de su proyecto a través de internet y se pusieron en contacto con la autora. Inmediatamente decidieron restaurar el palomar más antiguo fechado en la provincia leonesa, es de 1769 y está ubicado en el monasterio de Carracedo. La friolera 24.000€ costó su reestructuración, todo financiado por este matrimonio. Irma se lamenta que la inversión para la reestructuración tenga que venir de fuera.

El objetivo último, concienciar a todos de la importancia de los palomares y conseguir financiación para poder llevar a cabo este proyecto. Ya que, como dice la autora, las exposiciones solo no ayudan a salvar los palomares.