Juan Regis y la búsqueda del sabor perdido

Murcia

Jugaba de pequeño a ser cocinero, y a los 9 años ya hacía arroces, guisos, o mermeladas. También le tenía preparada la comida a su madre cuando regresaba del trabajo. Desde muy pequeño quiso dedicarse a la cocina.

Los primeros años de la vida profesional de Juan Regis (Puigcerdá, Girona) se desarrollaron en Francia. Allí, tuvo el privilegio de trabajar en los mejores restaurantes y hoteles. Y en 1979, recala en Cartagena para hacer el servicio militar. Así llegó Juan Regis a una plaza militar en la que se quedó una vez finalizado el período de instrucción, pues lo seleccionaron para prestar servicio en la casa del Capitán General de la Zona Marítima del Mediterráneo, y a los nueve meses de servicio fue contratado como mayordomo-ayudante de cámara y jefe de protocolo de la Capitanía General. Por esas cocinas pasó, entre otros, Ferran Adriá, con el que le une una magnífica relación.

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Regis descubrió en esos años la hostelería castrense con grandes cenas de gala, eventos glamurosos, cocktails e importantes eventos a los que asistían las autoridades más importantes del país y los más altos mandos de los tres ejércitos. También estuvo al servicio de Don Juan de Borbón, para quien organizó el servicio y sus dietas a bordo del yate Giralda durante sus visitas a Cartagena.

Fueron años en la Armada muy gratificantes, pero decidió "volar solo". En 1998 pidió una excedencia voluntaria, y tras su paso por la Dehesa, en 2001, abrió La Cerdanya, un proyecto gastronómico basado en la tradición y en la autenticidad de la cocina, recuperando los olores y sabores de su infancia en Puigcerdá.

Todos estos años de trabajo lo situaron en la casilla de salida para hacerse incluso con una estrella Michelín, a lo que renunció por cuidar a su madre, enferma de alzheimer durante 18 años.

Con Regis cerramos temporada de los Aperitivos de A vivir, hablamos de cocina, de olores y sabores, del trabajo que esconde cada plato, del sacrificio que conlleva un negocio que requiere dedicación y muchas horas al día, de cómo transmite su vocación gastronómica a su hijo Juan, que tomará el mando del barco de La Cerdanya a partir de septiembre, y con él hablamos también de otros proyectos que lleva en marcha, como Eurotoques, una asociación europea de cocineros, y del congreso que quiere traer a la Región de Murcia el próximo año.