Año y medio de cárcel por hacer comentarios racistas en un diario digital
Bilbao
Un hombre ha sido condenado a un año y medio de cárcel y a pagar una multa de 810 euros como responsable de un delito continuado de odio por hacer comentarios racistas contra personas de origen magrebí y de nacionalidad rumana en las noticias publicadas en la edición digital de un periódico del País Vasco.
Según la sentencia del caso, a la que hoy ha tenido acceso EFE, el procesado, que utilizaba el apodo de "Sincero", pretendía con sus comentarios "fomentar y promover el odio, la hostilidad, la discriminación y la violencia contra el colectivo musulmán en particular y contra los inmigrantes en general", ya que "justificaba y enaltecía" en un medio de comunicación "acciones violentas" contra los citados colectivos, "sin ningún tipo de restricción de privacidad".
La resolución cita en concreto once ocasiones en las que el encausado llevó a cabo este tipo de conductas a lo largo de los años 2014 y 2015.
En la primera de ellas, el procesado comentó una información titulada: "Atacan con sangre y restos de cerdo un local de Gasteiz que podría acoger una mezquita", junto a la que escribió: "Mejor que la quemen, a ver dónde van los putos moros".
En otra oportunidad, en una noticia que daba cuenta del atropello deliberado de varios militares que protegían una mezquita en Francia, describió al autor del arrollamiento como "un tío con dos cojones". "Eso tendríamos que hacer todos y mandar a su puto país a esos putos moros", añadió, al tiempo que, ante una posible censura de sus opiniones, manifestó que no era racista sino que estaba "hasta los... de esta gente que viene a chupar y a arruinar el futuro de nuestros hijos y si pueden a matarnos".
Más adelante, contestó a un texto que daba cuenta de la aparición de "amenazas xenófobas en una mezquita de Gasteiz" con el siguiente comentario: "Pues que se vayan a tomar por culo a su puto país los putos moros y putos rumanos".
Asimismo, en otro texto que informaba sobre la agresión sufrida por dos agentes de la Guardia Urbana por parte de dos "manteros" en el Paseo de Gracia, apuntó: "El único protocolo que hay que establecer es mandarles a todos a su p. país".
Posteriormente, en una información en la que SOS Racismo denunciaba la discriminación sufrida por un magrebí en el acceso a un local donostiarra, se preguntó "por qué no investigan si el magrebí estaba cobrando la RGI y, si fuera así, qué hacía gastando el dinero para comer en estar de fiesta".
Igualmente, en una noticia que explicaba que cuatro de cada diez bilbaínos tenían pensado votar al representante de una opción política, el inculpado dijo que él era simpatizante de ese mismo partido pero que, en concreto a ese candidato, al que calificó de "amigo de quinquis inmigrantes" no le votaría "ni de coña", porque llenaría Bilbao, "más si cabe", de "jetas viviendo del cuento de la RGI".
Uno de sus comentarios más graves fue el que realizó sobre una información en la que varios inmigrantes rescatados en Almería alertaban de que varios de sus compañeros habían fallecido. "Esos menos que vienen a Euskadi a chupar", escribió en aquella ocasión.
"Seguro que se lo pegó un magrebí" fue la frase con la que, en otra oportunidad, el procesado comentó un texto titulado: "Un vasco es el origen de un brote de sida con 26 contagios en dos años".
Asimismo, escribió: "Que se vayan a su p. país" tras una noticia sobre "el debate del velo islámico en las aulas vascas" y, en otro texto relativo al robo de un violín de un comercio de Bilbao, señaló: "Vamos que leyendo la noticia ya ni pregunto la nacionalidad del morito de turno. Ay, que ya lo he dicho", recalcó.
Finalmente, ante una noticia sobre la condena a un hombre por arrojar a su pareja por las escaleras y cortarle el pelo, el procesado manifestó: "Imagino que eran nuevos vascos, sí esos de la RGI".
Durante el juicio por estos hechos celebrado en San Sebastián, el procesado reconoció los hechos y se mostró conforme con la pena que solicitó para él la Fiscalía por lo que ahora ha sido condenado a un año y medio de prisión y a pagar una multa de 810 euros como autor de un delito continuado de odio.