Prohibida la entrada de vehículos al recinto ferial de Alcázar durante el botellón

Alcázar de San Juan

Con la llegada de verano, en muchos lugares de España en los que no está prohibido hacerlo, se sigue desarrollando la práctica del botellón. Alcázar de San Juan es uno de esos lugares que además sirve de punto de encuentro para muchos jóvenes no solo de la localidad sino de toda la comarca. En las últimas semanas esta masificación se ha trasladado del recinto ferial a los aparcamientos próximos a varias discotecas de la ciudad, dentro del polígono industrial Alces.

El motivo no es otro que la "disuasión" que desde el Ayuntamiento y la concejalía de seguridad se ha llevado a cabo. Ante las numerosas quejas de los vecinos del entorno del ferial, se ha optado por prohibir la entrada a vehículos a ese tramo de la población en las noches de los jueves, viernes y sábados, siendo esta última la noche donde más gente se suele concentrar. Una medida que ya se ha llevado a cabo en otras ocasiones y que persigue evitar que desde algunos coches se ponga música con un nivel de sonido muy elevado.

La situación no prohibe la entrada a personas que vayan andando, aunque la confusión creada ha hecho que en las últimas fechas se haya dejado de hacer botellón en el recinto ferial cambiando su lugar por el polígono industrial Alces, donde en invierno ya lo hacen muchos jóvenes junto al aparcamiento de una conocida discoteca.

Varios son los emplazamientos que este fenómeno surgido en los 90 en España ha tenido en Alcázar de San Juan. Desde 2014 el recinto ferial era el lugar generalizado, sobre todo en verano, para esta práctica. Anteriormente se hacía en las denominadas 'chapas', junto a los institutos de educación secundaria y el Centro de Atención Primaria I de la localidad, creando controversia durante años.

Diferencias claras entre los dos emplazamientos actuales son que en el polígono Alces los jóvenes tienen que atravesar diferentes carreteras, además de no encontrarse en una zona urbana de la localidad, con menos iluminación y menor seguridad por la posible menor presencia de policía local. Aun así, en las últimas semanas se han intensificado los controles de alcoholemia en la zona, sobre todo en los cruces de la Avenida de la Constitución y Adolfo Suárez con la N-420.