Titulados de la UPV construyen la primera vivienda con impresora 3D 'in situ'
El proyecto ha conseguido crear en tan solo 15 horas la primera casa de España 3D impresa en el mismo sitio donde se quiere construir la casa
Valencia
Un grupo de estudiante de la Universitat Politècnica de València han construido la primera vivienda en España realizada con una impresora 3D 'in situ'. La casa, de 24 metros cuadrados, ha sido levantada en tan solo 15 horas. Este proyecto abre la posibilidad para que en un futuro "poder solventar problemas en zonas de catástrofes naturales" u ofrecer "una vivienda digna a un gran núcleo de población".
Así lo ha explicado Vicente Ramírez, uno de los cuatro responsables del proyecto, junto con José Guillermo Muñoz, Joaquín Martín Rodríguez y Luis Puchades, en la presentación de la vivienda recién construida. Se trata de una casa piloto de 24 metros cuadrados, diseñada para albergar un salón comedor, un cuarto de baño y un dormitorio y está edificada en el Campus Vera, en la Politècnica.
La vivienda es el resultado final del trabajo de Be More 3D, la start-up nacida en 2015 en el entorno emprendedor de la universidad. Vicente Ramírez, CEO de Be More 3D, explica que el proyecto surgió como un modelo de negocio enfocado a la impresión 3D en plástico y más tarde se dieron cuenta de que "lo que de verdad nos gusta es construir". La start-up ha conseguido desarrollar y patentar la primera impresora 3D de hormigón, presentada oficialmente en España.
Según explica Ramírez, la impresora de hormigón tiene unas dimensiones de 7 metros de ancho por 5 metros de alto y es capaz de imprimir una vivienda de unos 60-70 metros en "tan solo 12 horas". La máquina imprime 'in situ', lo que quiere decir que se puede colocar la impresora en el mismo sitio donde se quiera construir la casa. Destaca por ser "muy versátil, modulable y fácil de manejar", explica Ramírez.
El proyecto logra recorta los costes de construcción en un 35 % frente a la construcción tradicional, y rebaja el impacto medioambiental, ya que "se reduce el material de residuo casi a cero" porque el material que sale por la boquilla de la máquina es el que se deposita sobre la vivienda, según explica Ramírez. "Podemos conseguir el eurómetro cuadrado de la vivienda alrededor de 750 euros, frente al de una Vivienda de Protección Oficial (VPO) que puede rondar los 1.050", explica.
Además, este nuevo modelo de construcción disminuye los riesgos laborales, ya que no se necesitan trabajos en altura para ejecutar la estructura. Según explica Ramírez, al contrario de la "opinión generalizada" de que la máquina eliminará puestos de trabajo, su proyecto "promueve el empleo en el sector de la construcción". "Esta máquina no hace magia, simplemente te imprime los muros de carga, pero luego entran en juego todos los empleos del sector", añade.
La capacidad de integración de este modelo de construcción en el mercado actual es alta, ya que la impresora 3D es capaz de dibujar rápidamente la estructura, así como las divisiones internas de la vivienda, pero seguirá requiriendo, por ejemplo, las obras de aislamiento e instalaciones de fontanería y electricidad, así como tejado, que todavía no puede incorporar la propia máquina.
Ramírez añade que esta vivienda puede servir para "solventar problemas en zonas de catástrofes naturales", ya que haciendo viviendas refugio de 25 metros cuadrados en total, se podría ejecutar en "tan solo 5 horas". Por otra parte, la start-up ofrece un "paquete especial" de 70 metros cuadrados con tres habitaciones: comedor, baño y cocina y "lista para vivir" por 50.000 euros. La vivienda podría estar totalmente construida en "uno o dos meses" explica Ramírez.