Sociedad

Okupas que pican

El incremento de abejas y avispas desde esta primavera multiplica las salidas de los bomberos de Aranda que han intervenido en más de treinta episodios desde el mes de abril

Enjambre localizado por los bomberos de Aranda bajo un banco del parque de la Huerta / Bomberos de Aranda de Duero

RIBERA DEL DUERO

Las salidas de los bomberos de Aranda por alertas a consecuencia de la presencia de abejas o avispas se han incrementado en un 650% este año: los profesionales arandinos han intervenido en los últimos tres meses en 32 ocasiones para retirar enjambres de abejas y avispas de lugares donde su presencia podía suponer un riesgo. Una cifra que deja lejísimos las cinco ocasiones en las que tuvieron que salir por asuntos similares a lo largo de todo el año pasado. Concretamente desde el 26 de aabril, fecha de la primera intervención en 2018, los bomberos de Aranda han salido en 29 ocasiones por alertas provocadas por abejas y otras tres por avispas. La última ha sido en la mañana de este mismo jueves, 26 de julio, al ser alertados de la presencia de un avispero en un columpio del parque de la Isla.

De estas intervenciones nueve han sido en la comarca, en municipios como Torregalindo, Campillo, Sotillo de la Ribera, Fuentelcésped o Villanueva de Gumiel. Las salidas en Aranda también se han dispersado en todas las direcciones: Fuenteminaya, Allendeduero, María Pacheco, Polígono Residencial, Santa Catalina y hasta en la misma ermita de la Virgen de las Viñas.

La abundante vegetación que han propiciado las lluvias de primavera está detrás del incremento de estos insectos cuyos enjambres suelen formarse al seguir el rastro de una reina que forma su propia colonia y que encuentra acomodo en lugares tan diversos como persianas, árboles, farolas, grietas de edificios, tejados o chimeneas e incluso en arquetas, bajo el suelo.

Para retirarlas los bomberos arandinos cuentan con equipos similares a lo que usan profesionales de la apicultura para protegerse de la picadura de estos insectos. Así ataviados se acercan al enclave en el que se encuentra el enjambre con cajas habilitadas con celdillas recubiertas de cera que suelen resultar un atractivo hogar para esos insectos. El enjambre va introduciéndose poco a poco a través de unas puertas con trampilla de entrada y salida. Una vez atrapado el mayor número de insectos la caja es trasladada al parque de bomberos donde suele ser retirada por apicultores profesionales que se ocupan de encontrar para estos animales un entorno silvestre más adecuado.

Hace escasamente unas semanas los profesionales del cuerpo de bomberos de Aranda recibieron formación específica a través de un curso de la Junta de Castilla y León para abordar emergencias con abejas y avispas. En él también abordaron la amenaza del avispón asiático o vespa vetulina, aunque, como confirman los agentes medioambientales, se trata de una especia que aún queda lejos y solo se circunscribe a la zona norte de la península ibérica, sin que haya ni un solo avistamiento en la comarca de la Ribera del Duero. De hecho por lo que se refiere a la provincia de Burgos la red de alertas solo ha detectado esta especie invasora en la comarca de las Merindades.

En cualquier caso las recomendaciones para quien se tope con un enjambre, sea del insecto que sean, son similares y se resumen en el consejo de no molestar a los animales y advertir al cuerpo de seguridad correspondiente, cono ha indicado Esaú Escolar, presidente de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla y León.

 
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