Cuidado con las islas griegas

PALMA

Si no creen en las coincidencias inexplicables, van a llevarse otra sorpresa.

Durante todo el mes de julio le he estado dando vueltas a un comentario que quería encabezar con el epígrafe de “Cuidado con las islas griegas”.

Me refería a que la oferta insular casi infinita de Grecia le estaba comiendo protagonismo a Balears.

Así constaba en la biblia de la jet, también llamada revista ‘Hola’.

Ibiza y Formentera continuaban dominando el papel couché, con Mallorca un poco por detrás y otras incursiones de Menorca.

Sin embargo, las islas griegas se estaban colando en la revista, y alcanzaron su cénit con el deseo de Ronaldo de alejarse de Balears emigrando para su veraneo al otro extremo del Mediterráneo.

El futbolista quería estar más cerca de Italia que de Madrid.

Por si esto fuera poco, visitantes hartos de los precios y la saturación de Ibiza o Formentera habían probado suerte en las Cíclades, para anunciar que nunca regresarían a nosotros.

Y cuando tenía este análisis preparado, la Grecia peninsular empieza a arder con decenas de muertos, en la zona donde zarpan los barcos que se dirigen a las islas griegas.

El destino se conjura contra los competidores de Balears.