Aumenta la exclusión residencial en el Euskadi

Son 135.516 los vascos que acumulan impagos o atrasos en el alquiler o la hipoteca. Son datos actualizados a 2016, los últimos con los que trabaja el departamento de Vivienda que constata que el este fenómeno ha aumentado "con mucha intensidad" desde el inicio de la crisis.

La cifra se ha duplicado en los últimos ocho años y supone el pico más alto de la tabla estadística de los últimos treinta. El viceconsejero de Vivienda, Pedro Jauregi, reconocía en 'Hora 14 Euskadi' que la reactivación económica "no está llegando a todos" y apuntaba que la tendencia, lejos de remitir, "se está manteniendo" en el tiempo.

Otro síntoma de debilidad de la economía doméstica es la llamada pobreza energética que en 2016 afectaba a 42.300 personas. Supone un repunte del 20% respecto a 2008. También ha crecido con fuerza el número de personas que, en última instancia, han tenido que desprenderse de sus propiedades, vender su casa o cambiar de colegio.

El informe analiza también las perspectivas de emancipación de la sociedad vasca. Señala que 113.623 personas no pueden acceder a una primera vivienda por carecer de ingresos suficientes. Es más, en caso de independizarse en torno a la mitad de ellos se verían abocadas a situaciones de pobreza o ausencia de bienestar, un colectivo que se ha incrementado en un 48%.

De fondo se apunta a la precariedad laboral. Es el principal freno para quienes quieren dar el paso. Ocho de cada diez se retraen porque tienen empleos precarios o inestables, o por ingresos insuficientes. Unas dificultades que, sin embargo, no se dan en todos los territorios por igual.

Son los bizkainos quienes encuentran más obstáculos, son el 73%, frente al 22% de Gipuzkoa y un escaso 4% en Araba, donde la promoción de vivienda pública ha sido un factor determinante.