Primavera en pleno verano para la Virgen de los Reyes

Sevilla

La mañana del 15 de agosto, en plena canícula veraniega, se ha vestido casi de primavera con temperaturas de lo más agradables e incluso nubes en el cielo para acoger la tradicional procesión de la Virgen de los Reyes, Patrona de la Archidiócesis Hispalense. No obstante, la noticia de la jornada la ha protagonizado el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo Pelegrina, que se ha visto obligado a abandonar el cortejo al sentirse indispuesto, ocupando su lugar el obispo auxiliar, Santiago Gómez Sierra, como muestra la imagen.

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Antes del amanecer, el ambiente en las calles que llevan hasta la Catedral de Sevilla y en los alrededores del templo catedralicio dejaba claro que la ciudad se disponía a vivir uno de sus días grandes con muchos devotos llegados incluso a pie desde muchos barrios de la capital y distintas localidades de la provincia: Tomares, El Viso del Alcor, Sanlúcar de Barrameda, Montequinto...

A las 07:30 horas en punto, el atrio de la Puerta de Palos abría su cancela para que comenzara a desfilar el breve cortejo que antecede a la Patrona, que para la ocasión ha lucido el manto balnco de castillos y leones que le regaló en 1884 la reina Isabel II y el clásico exorno floral a base de más de mil varas de olorosos nardos. Todavía en el interior del templo, el arzobispo Asenjo hacía la primera llamá en el palio de tumbilla al filo de las 07: 45 para que 15 minutos después, ya a los mandos de los Bejarano, sus capataces, la Virgen de los Reyes apareciera en la Plaza que lleva su nombre al tiempo que el repique de campanas de la Giralda se mezclaba con los sones de la Marcha Real interpretada por la Unidad de Música de la Fuerza Terrestre, que a continuación atacó las notas de la marcha 'Virgen de los Reyes' de Abel Moreno.

En poco más de una hora, el recorrido por las gradas bajas de la Catedral -Placentines, Alemanes, Avenida y Fray Ceferino González- se había cubierto con las tradicionales posas en sus esquinas, en las que el palio de tumbilla da un giro de 360º al tiempo que la autoridad eclesiástica dirige sus oraciones a los fieles. Mientras tanto, abriendo el cortejo, la Banda Municipal de Sevilla, de la que estos días hemos conocido su creación hacia 1838 y no en 1850 como se creía hasta ahora, regresaba a la Plaza de la Virgen a los sones de 'Glorias de Sevilla', marcha compuesta por Manolo Marvizón en 2010.

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Ya para entonces, la procesión estaba siendo presidida con báculo en mano por el obispo auxiliar, Santiago Gómez Sierra, después de que monseñor Asenjo se viera obligado a ausentarse del cortejo por una indisposición. Solo restaba que, con el palio de tumbilla mirando al público y detenido ante el atrio de la Puerta de Palos -sobre estas líneas-, la Virgen de los Reyes recibiera los honores desfilando de la tropa militar que la escoltaba y la fuerte ovación de los devotos que de esta forma la despedían hasta el próximo año. Una vez dentro del templo catedralicio, la Patrona ha presidido la misa estacional también oficiada por el referido Gómez Sierra.

No terminan aquí los cultos a la Patrona ya que la octava a la Virgen de los Reyes se celebrará en la iglesia parroquial del Sagrario, entre los días 16 y 21 de este mes de agosto, a las ocho y media de la mañana. El segundo besamanos, también en la Parroquia del Sagrario, será los días 20 y 21 de agosto, con los siguientes horarios: de seis de la tarde a diez de la noche el primer día y de nueve de la mañana a dos de la tarde el segundo. Los actos concluirán el 22 de agosto con la apertura de la urna del rey san Fernando.

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